jueves, 4 de diciembre de 2008

Un plan urgente

El anuncio de la puesta en marcha de un Fondo de Inversión Municipal con un montante total de 8.000 millones de euros por parte del Gobierno de España, ha significado un claro empujón a las alicaídas arcas municipales, las más de ellas endeudadas hasta límites de alto riesgo y, lo que es peor, con perspectivas de importantes caídas en la recaudación para los próximos meses por efecto de la crisis.
Es verdad, el plan llega de la mano de un objetivo más amplio y urgente: ayudar a la creación de puestos de trabajo mediante el recurso de la obra pública referida a múltiples variantes ya que caben desde la obra dura hasta programas culturales y turísticos que deberán desarrollarse a lo largo de un año, con posibilidad de extenderlos durante seis meses más si se justifica convenientemente.
Dicho esto, a la Safor, en base al baremo del Ministerio de Administraciones Públicas, le corresponderán 31 millones de euros en obras que no estén actualmente presupuestadas y cuyos proyectos deberán estar en poder del MAP antes del 24 de enero próximo. La adjudicación se hará en todos los casos por vía de urgencia y los trabajados deberán iniciarse antes del 13 de abril de 2009.
Según ese mismo baremo, que publicamos en su integridad en este número referido a la comarca de la Safor, podrían crearse entre 900 y 1.200 puestos de trabajo en la comarca, ya que la exigencia es que se contrate sólo a personas en situación legal de paro.
Es evidente, a todo esto, que los ayuntamientos con mayor potencia técnica y administrativa estarán en condiciones de plantear en tiempo y forma los proyectos que les interese, mientras que los más pequeños tendrán serias dificultades en plantear los suyos en los plazos establecidos, dada la urgencia de las medidas propuestas.
Con todo, se espera que en estos casos concretos pueda existir alguna ayuda o soporte de otros organismos para apoyarles en la resolución de la papeleta, habida cuenta de lo que está en juego.
Los plazos previstos exigen una velocidad de tramitación que no podrá estar reñida con la legalidad, como es obvio, pero que hace pensar que el mayor esfuerzo han de ponerlo todos los municipios de manera que a mediados de abril se inicien las obras.
Esta inyección de fondos, en un momento como éste, serviría, si se cumplen las estimaciones, en generar empleo para reducir el paro en la comarca en más de un 10%, al menos durante un año, lo que no es poco como tampoco lo es las infraestructuras que puedan construirse.
Ha llegado pues, el momento de que las administraciones locales se pongan a trabajar de lleno en el programa ya que, oportunidades como ésta no se presentan todos los días.

lunes, 1 de diciembre de 2008

¿Quién paga el fútbol?

El C.F. Gandia pide al Ayuntamiento que se le conceda una ayuda de al menos 500.000 euros para hacer frente a una deuda que ahora mismo, según la propia directiva, es de un millón.
La respuesta municipal, por boca del Alcalde: lo que está en la voluntad municipal es la ayuda al fútbol base, dedicado a asegurar la práctica del deporte a unos 450 niños y la inversión de hasta 3 millones de euros en la remodelación del estadio Guillermo Olagüe, lo que ya de por sí sería más que suficiente apoyo al club.
La postura es que la “alta competición” queda fuera de las competencias municipales, pese a lo cual -tras la reunión de esta misma semana entre las partes- parecía haberse abierto alguna posibilidad de acercar algún tipo de subvención al primer equipo de un club que apenas si convoca público en los partidos, tras un largo peregrinaje por categorías que sonrojarían a más de uno cuando se piensa que se trata del club representativo de la capital de la comarca.
Con todo, resulta curioso que el plan diseñado por Dionisio Ollero para sacar al club del marasmo, se haya conocido días antes por la rueda de prensa realizada por el portavoz del PP, Arturo Torró, que adelantaba “un ambicioso proyecto” de futuro a la vez que denunciaba el silencio de José Manuel Orengo para atender al Presidente del C.F. Gandia.
De tal plan, si es que existe, poco se sabe y muchas son las dudas que le acompañan habida cuenta de la trayectoria seguida en la gestión de la entidad en los últimos años.
Según parece y, a estar por lo leído y escuchado, el propio Ollero habría manifestado su intención de convocar a una asamblea de socios para que elija una nueva directiva si es preciso al objeto de concretar las ayudas.
Una cuestión que se vuelve obvia si se considera que la misma directiva responsable de la actual situación no puede continuar al frente de la entidad sin pagar un precio por ello: el de la dimisión.
Y es que, como se señalaba en un medio de comunicación escrito esta misma semana, la presencia de dirigentes populares en activo en el seno de esa directiva hace cuando menos curioso el adelanto del supuesto plan por parte de Torró, una circunstancia a todas luces impropia si lo que se quiere de verdad es sacar al club de la situación en que se encuentra con la ayuda de todos.
De lo que se sabe, y que debería ser resuelto hoy mismo en una Junta Municipal de Portavoces, es que la situación del C.F. Gandia es cada día que pasa, peor y que en todo caso, la deuda de la que se habla podría ser superior si se tiene en cuenta alguna versión circulante entre las propias filas del PP de Gandia.
Por otra parte, el Presidente Ollero, dice que en buena medida esa deuda se arrastra desde otras directivas anteriores. La pregunta es ¿si es así, por qué no se informó entonces a los socios respecto al asunto?

El caso del básquet
En el fondo de toda esta cuestión subyace el acuerdo municipal unánime con el que se decidió un apoyo superior a los 800.000 euros para el Gandia Básquet, basado en que la salida del esponsor oficial del club, Aguas de Valencia, concesionaria de la distribución de agua potable en la ciudad, dejaba a éste sin margen de maniobra para este año.
Precisamente, la dotación de esa subvención se hace de los fondos aportados por la propia empresa al municipio en función del cánon de la concesión, según se explicó en su día. Pero, con un añadido: ésta es la única y última ayuda de ese tipo que recibirá el equipo de baloncesto situado en la LEB Oro, por lo que el año próximo todo dependerá de que se encuentre un patrocinador privado que resuelva también los problemas de tesorería.
Desde el gobierno se indica que aunque parezcan iguales, son dos casos muy distintos, tanto por la génesis de los problemas financieros que arrastran uno y otro club, como por el nivel de competición en que se encuentran y hasta por los aficionados que siguen ambas actividades.
Lo difícil, pese a todo, es que eso se entienda por parte de la opinión pública, sobre todo ahora que vienen mal dadas en la economía general.

martes, 25 de noviembre de 2008

El tren que no llega

Desde 1989, fecha de las primeras movilizaciones sociales para exigir la construcción de la vía y puesta en funcionamiento del tren Gandia - Oliva- Dénia, han pasado casi 20 años y, lo que es peor, numerosos Consellers, Directores Generales, Diputados, Senadores y un largo etcétera de políticos varios prometiendo las obras “para el año próximo” o así.
El primero fue un tal Martín Quirós, a la sazón jefe del Grupo Popular de las Cortes Valencianas, diciendo aquello de “más pronto de lo que pensáis estará en funcionamiento”. Después vendrían las largas excusas de todos colores desde el Gobierno de España y de la propia Generalitat.
Hubo un momento, en la legislatura anterior, en que hasta parecía verdad, cuando algunos alcaldes de la comarca pudieron apreciar en el despacho del Director de Transportes de la Generalitat Valenciana, la primera parte de un anteproyecto que levantó inclusive polémica en algunos pueblos por la proximidad de las vías a los cascos urbanos y el estrangulamiento que iban a producir en algunos de esos pueblos, como Bellreguard, Alquería, Palmera, etc.
Desde entonces hasta ahora, el partido se ha jugado en otro nivel: en un supuesto documento de acuerdo entre el Estado y el gobierno autonómico donde cada parte asumía el coste de realización de las infraestructuras ferroviarias de la Comunidad Valenciana. Ese documento, no firmado al día de hoy, establecía que el tren Gandia/Dénia era responsabilidad de la Generalitat Valenciana, mientras que otros ramales eran asumidos por el Estado.
Así las cosas, ahora el Conseller García Antón se escuda en que la “falta de diálogo” del Ministerio de Fomento, impide la firma del protocolo, sobre todo porque no se cede a la Generalitat la totalidad de las líneas de cercanías. O sea, una excusa como cualquier otra para no cumplir con su parte, porque convengamos que la cesión de las principales líneas de RENFE (entre ellas las más rentables, como la C1, Gandia - Valencia) es un hueso duro de roer que hasta ahora han reclamado para sí con suerte escasa, autonomías tan potentes como Cataluña o Madrid.
Sea como fuere, la excusa del PP que gobierna la Comunidad Valenciana es motivo ahora de una ofensiva de cuento contra “la insensibilidad valencianista” del gobierno central, se ha escudado tras esa justificación más o menos supuesta cuando lo que hay es la burda mentira de que no existe el más mínimo interés por la conexión ferroviaria entre la Safor y la Marina Alta.
O, si lo tienen, lo que falta es el dinero, puestos como estamos a gastar en F1 y Calatrava todo lo que haga falta a mayor gloria de los creyentes valencianos.

martes, 18 de noviembre de 2008

Vila Nova

Convengamos en que las tan traídas y llevadas obras o mejor dicho, su inicio, de la calle San Francisco de Borja se han convertido en una polémica, cuyo único interés reside ahora mismo en cómo se dicen algunas cosas. Porque, básicamente, lo que ha fallado desde el gobierno municipal es la comunicación con los colectivos implicados o, en todo caso, la interpretación que unos y otros han hecho de sus respectivas posturas.

Y ya se sabe, allí donde no existe una correcta lectura del mensaje, no hay posibilidad de entendimiento. No está claro esta vez que a la luz de lo publicado y dicho, la postura haya sido siempre la misma y las contradicciones, por error o por omisión, han provocado una tormenta en un vaso de agua.

Otra cosa es que la situación, en algún momento kafkiana, haya desembocado en una comparecencia del gobierno municipal para fijar el asunto en unos términos que se suponen irrevocables, y de paso, arremeter contra “los palos en las ruedas” que ponen otros (léase PP) al proyecto, y deslizar inclusive alguna crítica contra el Presidente de la Asociación de Comerciantes del Centro Histórico.

En cuanto a lo primero, es verdad que resulta incomprensible la postura del líder del PP, Arturo Torró, que mientras pide que las obras no se hagan “por la crisis existente”, a la vez solicita una comisión especial para “estudiar las obras y resolver sobre su fecha de inicio”, mientras en otras declaraciones asegura que “el mejor momento era hace tres años”.

En cuanto a lo segundo, parece que el comunicado del Centro Histórico estuvo basado en unas declaraciones del responsable de Urbanismo donde se confundían las fechas de inicio de obras, aunque en todo caso vuelve a surgir el tema de la incomunicación entre las partes: habría bastado una simple llamada telefónica para certificar los dichos y alejar los fantasmas que parecen imperar en todo el trámite.

Sea como fuere, lo importante ahora es que, tomada la decisión de iniciar los trabajos al menos en dos sectores de la calle en febrero próximo, todo esté acabado en la fecha prevista, para navidades de 2009, facilitando así la campaña de ventas de fin de año.

Y sobre todo, que se acabe una polémica estéril cuyo principal objeto a estas alturas no es otro, por evidente, que recrear el raro ambiente político que parece imperar en la ciudad.
Un ambiente del cual unos son responsables por omisión y otros por simple especulación política.

La suerte no ya de una obra, sino de una ciudad no puede estar pendiente de estrategias de la destrucción y además, que por parte del Gobierno, se cometa el error de darles pábulo con su acción. Y eso que aún faltan dos años y medio para las próximas elecciones.

viernes, 31 de octubre de 2008

El caso Faus

El expediente de Regulación de Empleo (ERE) que afecta a 435 trabajadores de la factoría del Grupo Faus (actualmente Finsa Gandia) supone un duro golpe no sólo a los empleados, principalmente, sino a la economía de una comarca que ve como la crisis se está cebando en algunos de los sectores más representativos de la industria local.
Baste recordar al respecto lo sucedido con otro grupo de primera magnitud en la Safor, como es el de Carpema, Grupo Chova, que se encuentra inmerso también en una situación complicada desde que presentó un concurso de acreedores, anteriormente conocido como suspensión de pagos, sin que hasta el momento se haya definido su continuidad, afectando también a más de 150 trabajadores.
A todo esto, hay que pensar que sólo en estos dos casos, decenas de proveedores y pequeñas empresas prestadoras de distintos servicios vinculadas a la construcción están pasando por una difícil situación vinculada al cese de la actividad y a la falta de financiación de su evolución diaria.
Sin embargo, por lo que denuncia el comité de empresa del Grupo Faus, que ha rechazado la propuesta del ERE, se estaría ante una situación donde la empresa en realidad estaría justificando su salida de Gandia porque se está desviando producción a otros centros del grupo, como Teruel o Galicia, que cuentan con una mejor tecnología de producción mecanizada, lo que hace que sea más económico fabricar en esos centros que en las plantas de la Safor. Denuncia el sindicato CC OO, pues, una falta de inversión y modernización que ha hecho que, comparativamente, sea más rentable producir en aquellas fábricas algunas de las líneas de productos acabados.
Obviamente, más allá de lo que determine la Consellería de Trabajo y, en todo caso, el juzgado de lo laboral, la propuesta de la empresa (el despido escalonado de trajadores y una indemnización de 20 días por año trabajado -el mínimo que estipula ley- no representa la mejor de las soluciones para los trabajadores que han rechazado de plano la propuesta y hablan de presentar batalla ante lo que supone “un retroceso de 20 años en las condiciones de trabajo” de la empresa.
De todos modos, la crisis económica afecta ya de pleno al tejido productivo de una comarca que se ha distinguido históricamente, por su capacidad de generar riqueza en distintos sectores económicos. Lo bien cierto es que, a juzgar por los últimos datos conocidos del paro, a diferencia de otras crisis anteriores, ahora son todos los sectores los comprometidos por la caída violenta de la actividad económica.
Por esto y otras razones, el caso Faus, representa a las claras un pésimo síntoma de lo que ocurre y su verdaderas razones deben aclararse para evitar trasladar a la sociedad el mensaje de que esto puede ir a peor cada día.

martes, 28 de octubre de 2008

Más alta tensión

Quienes sospechaban que la verdadera intención de las empresas eléctricas en la polémica línea de alta tensión Vilanova de Castelló - Gandia, no era sólo la mejora del suministro a la Safor, sino la extensión de un corredor hacia la Marina Alta, han acertado.
La casi sorpresiva aparición de un proyecto de continuación de la línea desde Gandia hasta El Verger, viene a confirmar que, en realidad, más que atender la supuesta creciente demanda de la Safor para industrias y servicios, lo que se pretende es asegurar el suministro eléctrico a las macrourbanizaciones que se han levantado en los últimos años en la zona litoral del norte de Alicante. El dato no es baladí: hay un tercer “proyecto”, en rigor un nuevo tramo de la línea, que enlazará El Verger con Dénia.
El ocultismo y las presiones que sufrieron algunos ayuntamientos por parte de la Consellería de Industria en su día, para que finalmente la línea ya construida discurriera del modo más económico posible para la concesionaria, sin importar demasiado el impacto ecológico que pudiera comportar, acarrearon no pocos problemas y hasta resoluciones judiciales que avivaron el enfrentamiento político y social. Tamaña irresponsabilidad no puede volver a repetirse, aunque a la vista del proyecto del que ya disponen algunos ayuntamientos nada augura que no sea así: la afección al marjal de Oliva - Pego y al paisaje general, como a la ribera del Serpis, son por ahora los efectos conocidos, pero no lo serán en menor grado los que afecten al pasillo existente entre la AP-7 y la Nacional 332, por donde se piensa enclavar las torres de 50 metros de altura para llevar la electricidad hasta los dominios del ladrillo sin límite en que se ha convertido buena parte de la Marina Alta.
Exigir, como lo hecho ya el Bloc, y ayuntamientos como Gandia y Palmera, que la línea, si finalmente tiene que hacerse, lo sea enterrando todo su trazado parece una opción que, lamentablemente, no contemplarán a bueno seguro, ni la empresa distribuidora, Iberdrola, ni la planificadora, la estatal Red Eléctrica, ni tampoco la Generalitat Valenciana.
Por lo tanto estamos en presencia, previsible, de otro nuevo choque de intereses entre quienes aprecian el proyecto como una nueva agresión al territorio, y aquellos cuyos intereses están antes puestos en el crecimiento desmedido a cualquier precio.
Un ejemplo, este último, de cómo no deben hacerse las cosas, habida cuenta de dónde nos ha llevado el modelo en los últimos años: a la peor crisis económica que se recuerde en este país desde la posguerra.

martes, 14 de octubre de 2008

Al señor Arturo Torró:

No mienta usted más, no tiene por qué. Que a estas alturas que alguien como usted insista en hacerse la víctima de no sé bien qué, y además siembre por ahí (al fin y al cabo su blog es también en un medio público sujeto a las leyes de prensa) toda una serie de injurias y calumnias, además de epítetos de lo más florido, no es más que la demostración de quien no acepta responsabilizarse de sus actos.

En primer lugar, no mienta diciendo que el medio que dirijo no le da opción alguna a “la defensa”. Usted sabe que eso no es verdad. Es más, fue usted quien públicamente dijo que no concedería ninguna entrevista más a “Gente de la Safor” (noviembre de 2007) ni haría declaraciones para el semanario. Aún así, cada vez que lo hemos creído oportuno, se ha intentado contar con la opinión del Partido Popular de Gandia, como así ha sucedido en reiteradas oportunidades, no tiene más que recurrir a la hemeroteca de este medio que asegura no leer y que, sin embargo, tanto le preocupa.

Pero su afán de retorcer la realidad llega más lejos: ahora usted la emprende con mis hijos, una manera como se ve muy elegante de hacer política. Mis hijos, señor Torró, son personas de bien que trabajan, dos de ellos, en la modesta empresa de sus padres, mientras que el tercero se dedica a su profesión en un estudio de diseño. En todo caso, si algo tiene usted que decir, dígalo de quien es el objeto de sus desvelos, o sea yo mismo, pero de ahí a cometer la iniquidad de mezclar a mi familia en todo esto…

Más concreto aún: ¿podría desmentir todas y cada una de las informaciones de “Gente de la Safor” que tanto le molestan?. No sólo podría intentarlo, sino que como dirigente político está usted obligado a aclararlo, para evitar que –precisamente- no le tomen a usted por mentiroso compulsivo. Además le asiste la ley si cree que sus derechos han sido conculcados.

Y la verdad, señor Torró, es muy fácil de contar. Si, por mi parte, no lo he hecho hasta ahora es porque no estaba en mi ánimo entrar en una carrera de descalificaciones en la que sus supuestos “blogueros” y algún seudo medio de comunicación son especialmente activos.

Durante mucho tiempo, el que va desde Enero de 2007 hasta ahora, he estado esperando una explicación a su comportamiento: prácticamente desde el día en que supe que usted había pactado un “acuerdo” con el señor Josep Miquel Moya para distribuirse la influencia en dos televisiones locales, la emisora pública GTV y Tele7.

No le dí importancia al asunto, como un rumor más de todo el habitual ruido que se produce en una pre campaña electoral. Siento haberme equivocado, porque un par de semanas después, el Director de Tele 7 me comunicó que en mi programa “La Cafetera”, por orden de la Dirección General de la cadena, tenía que vetar la presencia de “Plataforma de Gandia” y su líder Fernando Mut, así como de Coalición Valenciana - GIVAL y de su líder, Rosa Fuster. Además, debía privilegiar la presencia del Bloc Nacionalista Valencià y de Els Verds del señor Peris.

Lo preocupante del caso es que, antes de que la entonces directora general de la cadena, la señora Lourdes Reina, hiciera llegar su orden, usted ya se había ocupado de dejarle claro personalmente al señor Paco Cardona, Director de Tele7 Gandia, lo que sucedería de inmediato, ratificándole además la existencia de un acuerdo con el Bloc para proceder de esa manera y añadiendo que su influencia sobre la dirección general le venía dada por “el PP de Valencia que es quien controla ese medio”.

No está demás que le recuerde que, ante mi negativa a asumir tal orden, compartida también por Paco Cardona, por considerarla antidemocrática y atentatoria contra la libertad de dirección de un programa, advertí que daría por extinguido mi contrato y denunciaría públicamente los hechos.

No tardó usted, mediante de los buenos oficios de Domingo Vayá (ex concejal del PP, asesor suyo y amigo común de ambos) y de Alejandro Payá (su jefe de campaña) en provocar una reunión con quien esto escribe para “explicar las cosas”. ¿Recuerda lo que se habló en esa reunión en presencia de los dos señores antes citados?. Como dudo de su memoria y de su voluntad, se lo recordaré, al menos en sus puntos esenciales: dijo que yo no entendía nada de política, que era lo que usted estaba haciendo en ese momento; amenazó con tomar represalias (¡cuánto poder señor Torró!) contra el señor Cardona por haberme puesto al tanto de su reunión con él, y, en suma, que usted saldría a la calle a decir que todo era un montaje y una mentira.
Por mi parte, me ratifiqué en todo lo dicho, advirtiendo que me levantaría de la mesa para proceder inmediatamente a hacer público un comunicado denunciando su intento de manipulación y censura, para lo cual ya había advertido a compañeros de otros medios de comunicación.

Fue, no lo dude, la intervención de Domingo Vayá la que le salvó entonces del ridículo y de que apareciera como lo que es, definición que dejo al gusto de cada uno de nuestros respectivos lectores.

La solución no fue otra que obligarle a llamar a la señora Reina de inmediato para que levantara la orden que usted le había obligado a adoptar bajo promesa de cuestiones que no vale la pena repetir aquí, aunque si es preciso estoy dispuesto a hacer públicas en el ámbito que sea preciso, y todo porque lo contó usted.

De modo que “La Cafetera” continuó hasta el final de la campaña electoral, con un esquema exactamente igual al acordado por todas las fuerzas políticas locales para la emisora pública Gandia Televisió en época electoral como aquella.

Por mi parte, yo no guardaba ninguna esperanza de continuar en la siguiente temporada: ya se ocupó usted de mover los hilos para evitar la renovación de mi contrato, como me consta que sucedió, inclusive recomendando nombres de “periodistas” que deberían sucederme, sobre todo alguien en concreto muy próximo al Bloc Nacionalista Valencià, esta vez por fuentes muy precisas de su propio partido y de la cadena de televisión. Y es que yo tenía muy claro que no me perdonaría el no haberme plegado a sus designios de señor todopoderoso, aunque más no fuera para perder las elecciones de manera calamitosa, como sucedió.

Dicho todo esto, le pregunto si hacernos eco de informaciones periodísticas sobre sus empresas o, mejor dicho, sus problemas empresariales, representa entrar en su ámbito “personal”, como usted dice. Dudo que lo sea y más si previamente usted no se hubiese dedicado a poner negro sobre blanco su faceta de gestor empresarial y además vendernos periódicamente sus “aciertos” en ese mundo, tal como también hemos reflejado en las páginas de “Gente” .
Por mi parte, creo que era necesaria una aclaración resumida de los hechos que merecen ser contados, aunque la historia es bastante más larga y compleja, aún cuando tenga un denominador común: al señor Torró no le gusta que muestren su cara oscura. La tiene, y tanto.
Cuando quiera, señor Torró, las páginas de “Gente de la Safor” continúan abiertas a usted y su partido, como lo hemos demostrado, pese a todo, a lo largo de todo este tiempo.

A usted le sobran epítetos y le faltan explicaciones. No basta extender la sospecha sobre los demás, ensuciando a las personas y a la política como pocos lo han hecho en esta ciudad. Aunque de política, algunos –como usted- saben mucho y otros, como se comprueba, somos unos pobres ignorantes, sobre todo si no aceptamos que todo vale.
Finalmente,¿quién es el fascista, señor Torró?

viernes, 10 de octubre de 2008

A mejor

La feria y fiestas de Gandia 2008 se ha cerrado con un balance más que positivo, con una altísima participación popular en la calle, que es de lo que se trata, aunque su contra habían jugado factores como un recorte presupuestario que obligó a un día menos de fiesta.

Aún así, puede decirse que el objetivo quedó cubierto con creces, habida cuenta del éxito de todos y cada uno de los espectáculos abiertos al público en cada una de las zonas habilitadas, con especial participación en el eje central de la fiesta: el Paseo Germanías, la Plaza Escuelas Pías, el Prado, Plaza del Tirant, Casa de la Marquesa, Plaza Rei En Jaume que fueron el corazón de un impresionante desplazamiento permanente de público, atento a todo cuanto se le ofrecía, que era mucho y muy variado,
Por su parte, los conciertos del Instituto tuvieron eco dispar: llenazo de Miguel Bosé y media entrada para la “Quinta Estación”, un grupo que sin embargo, dio todo de sí en el escenario. El Teatro Serrano a su vez, registró entradas importantes con la zarzuela y el impresionante “Sevilla” de María Pagés, y algo menos en el caso de “Solarson”, un excelente montaje cubano.

Pero si algún sector destaca en particular de lo sucedido en feria, ha sido sin duda el de la Plaça Major, que saldó cada noche de actuaciones, dedicadas a la música retro, con llenos hasta la bandera.

Aún así, algunos peros habrá que poner a cuestiones tan importantes como el control de los precios que se cobraban en los locales de restauración del mercado medieval, excesivos bajo todo punto de vista por su relación calidad - precio, y los relativos a algunas de las atracciones de feria.

Se trata éste de un aspecto que se repite año a año y en el que algún responsable del gobierno debería poner orden, sobre todo en tiempos de crisis como los que corren.
Sea como fuere, la fiesta de Gandia va afianzando año a año un modelo que tiende a ser cada vez más un festival de artes y espectáculos que, con la llegada del otoño, cierra el largo periplo de fiestas populares veraniegas en toda la comarca. Y una vez más, la puesta en escena y el contenido, no han defraudado, al contrario.

Sin duda alguna, la fiesta da para muchos más análisis, tan variados como se quiera porque al fin y al cabo, “cada uno cuenta la feria según le va”. En este número, como siempre, un apretado resumen de lo que han sido cinco días de alegría, sin incidentes... y con buen tiempo, que ya era hora.

lunes, 6 de octubre de 2008

Los de siempre

El ataque sufrido por los participantes del “Correllengua” el pasado viernes, a manos de un grupo de indeseables embanderados bajo las siglas del GAV y otros grupúsculos fascistas, no es más que la continuación de una serie de actos vandálicos cometidos contra sedes de partidos de izquierda y la repetición de similares actuaciones en los últimos años, cada vez que Acció Cultural y los movimientos civiles que le apoyan, organizan algún acto de reivindicación de la cultura.

Parece mentira que, a estas alturas, existan aún quienes crean que las ideas de los demás puedan ser discutidas por la dialéctica del palo, el insulto y la piedra, sobre todo cuando lo que en definitiva se plantea por parte de los violentos es una batalla estéril a propósito de la supuesta “colonización catalanista” más propia como concepto de la vieja “teoría de la conspiración”. La sociedad valenciana, en todo caso, ya ha dado, con su comportamiento electoral, cumplida respuesta a este tipo de manifestaciones atrabiliarias, más propias de la incultura y la ignorancia.

Pero a todo esto habrá que añadir lo que a estas horas continúa siendo absolutamente incomprensible: que la Policía Nacional -interviniente en los hechos- no haya practicado ni una sola detención entre los agresores, ni tan siquiera -que sepamos- se haya procedido a identificar a alguno de ellos, más aún cuando los hechos se sucedieron a lo largo de casi todo el trayecto del “Correllengua”, con especial virulencia en algún momento, al punto de herir de manera grave a Maite Peiró, concejal del BNV en Alquería de la Condesa.

La intervención policial no fue pasiva, todo hay que decirlo, pues consta que hubo “mano dura” en ciertos pasajes de la acción policial, pero no se disolvió a quienes no tenían, entre otras cosas, autorización para manifestarse y, mucho menos, tampoco se les impidió acercarse a los integrantes del acto cultural.

Gandia no es, no debe ser una ciudad donde este tipo de acciones se repitan y donde además, sus actores queden impunes. Entre otras cosas, porque la gran mayoría de los provocadores violentos llegan a la capital de la Safor desde otros sitios, sobre todo de Valencia ciudad, donde cuentan con infraestructura para cometer sus “hazañas”.

Sea como fuere, lo que urge es que se ponga coto a este tipo de delitos, que lo son, y que las fuerzas de seguridad y la justicia actúen, que para eso están, para garantizar los derechos de los ciudadanos.

jueves, 25 de septiembre de 2008

Feria y fiestas 08

Llegan cinco días de fiesta ininterrumpida, cinco jornadas para dejar el reloj en casa y vivir de pleno la oferta impresionante de una feria y fiestas que de unos años a esta parte ha adquirido una porporción de primer nivel.

Y es que en el fondo, la celebración mayor de la capital de la Safor ha ido adquiriendo con el paso del tiempo, (y la mayor dotación económica, claro) aquel papel de un “festival de otoño” que viniera, por otra parte, a cerrar el círculo de las fiestas de verano en todos y cada uno de los pueblos de la comarca.

Si bien se mira, el acierto mayor ha sido el de potenciar hasta un grado superlativo la fiesta en la calle, con la presencia continua de números de teatro sorprendentes en muchos casos, y un especial apartado para el público infantil.

Esto y el mercado medieval, la “plaça del mosset”, y otras realizaciones posibilitan que en los últimos tres años la fiesta haya supuesto un verdadero vuelco, a veces con sobreoferta y solapamiento de espectáculos es verdad, pero con un río de gente desplazándose de un sitio a otro en una gira inacabable.

El programa de este año promete, y mucho, en esa misma línea, aunque tal vez donde menos se haya insistido es los espectáculos de pago, los conciertos del Institut, reducidos a un par de ellos este año por aquello de la crisis.

Si esta es la explicación verdadera, ha hecho bien el equipo gestor de la Feria y Fiestas al recortar presupuesto allí donde la gente notará más impacto en su bolsillo, mientras que se mantienen todo el resto de actividades de acceso libre.

Otro acierto para este año ha sido recuperar el espacio de la Plaza de las Escuelas Pías, a la vez que cancelaba el patio del Instituto Ausiàs March y su habitual programa de conciertos, que ya se demostró como un fracaso el año pasado.

Lo cierto es que todo parece estar listo para la fiesta, una realización de la que participan centenares de personas, para hacer posible que la gente disfrute de todos y cada uno de los momentos clave de la fiesta.

Una fiesta en la que ojalá cada uno encuentre aquello que busque especialmente, nada difícil por otra parte, aunque siempre habrán detalles que corregir.

La fiesta, no lo olvidemos, es también una oportunidad para disfrutar de una oferta cultural y deportiva amplísima, tanta que al más interesado en acudir a todo lo que pueda, seguramente se le quedarán pendientes muchas de las actividades.

La fiesta ya está aquí y, como siempre, lo que sigue en este número especial es el apretado resumen de todo lo que se prepara. A disfrutar... y que no llueva.

jueves, 18 de septiembre de 2008

¿Encuesta o mentira?

El interés de este semanario por precisar los datos de una “encuesta” o “sondeo de opinión” sobre la situación del sector turístico de la playa, realizado y así anunciado por el portavoz del PP de Gandia, Arturo Torró, ha provocado que ahora se rebaje la categoría del supuesto trabajo a la de “consulta personal” (sic) según el asesor del Grupo municipal del PP, Guillermo Barber, una vez que se le demandara tanto a él como a su portavoz de manera insistente la ficha técnica del estudio. Es decir, las características técnicas que deben reunir y guardar este tipo de trabajos para ser válidos, lo que es lo mismo que decir creíbles.
Pues bien, al cierre de esta edición tal ficha técnica no ha sido proporcionada y, además, se nos ha enviado un documento, firmado por Barber en el cual se dice que “en contra de informaciones malintencionadas, el Partido Popular en ningún momento ha ocultado (sic) que se trata de un sondeo, encuesta o consulta”.

O sea, la venda antes de la herida, a menos de que las informaciones “malintencionadas” sean las que han proporcionado sobre tal noticia otros medios de comunicación locales, que sí se han ocupado, con anterioridad a este semanario, de lo ocurrido.

Pero hay más: el señor Barber se atreve en su carta dirigida al editor de “Gente de la Safor”, a recomendarle la lectura de la definición de las palabras “encuesta o sondeo” según la Real Academia Española de la Lengua, asegurando que “en ningún momento ésta hace referencia a la realización por parte de ninguna sociedad”. Dicho de otro modo, el PP de Gandia cree que para una encuesta tenga validez no es preciso que sea realizado por una empresa, y tiene razón, porque existen una multitud de institutos oficiales, universitarios e inclusive de asociaciones sin fines de lucro que realizan este tipo de trabajos. Pero no es éste el caso del PP de Gandia, puesto que sepamos, no tiene entre sus filas a sociólogos, sicólogos y licenciados en estadística que se dediquen a tales menesteres, y a la vista está: la supuesta encuesta o sondeo de opinión de los señores Torró y Barber no reúne ninguna de las condiciones que harían creíbles los datos catastróficos (sobre los que no se prejuzga en esta publicación) proporcionados, a saber: universo de la muestra, calendario del trabajo de campo, margen de error, intervalo de confianza, cuestionario conformado, y otras variables.
Una pobre enumeración acumulativa de cifras no es más que eso, por mucho que el PP de Gandia pretenda hacer creer a los ciudadanos que se trata de algo serio. Una simple mentira.

viernes, 5 de septiembre de 2008

El partido que está en juego

El inicio del año político tiene como eje central en este momento, la oferta hecha al Bloc por el Alcalde de Gandia, de integrarse en el gobierno municipal de la ciudad, aunque la respuesta -casi previsible por otra parte- de Josep M. Moya haya sido el mantenimiento de su postura de no aceptar ningún pacto que incluya a Plataforma de Gandia.

Dicho esto, ya se verá en los próximos días, si el intercambio de mensajes a través de la prensa va más allá y se presenta una propuesta formal por parte de José Manuel Orengo, cuestión ésta que al parecer no tardará en plantearse.

Tampoco es poca cosa que tal oferta se haya extendido al PP, al modo de una “gran coalición”, cuyo objetivo público no es otro -según palabras del propio alcalde- de plantear un gobierno que “haga frente con la mayor unión posible, a los problemas de la crisis económica”, remachando con la frase de que “los ciudadanos no lo entenderían”.

Parece obvio, sin embargo, para la oposición municipal que el objetivo de Orengo es otro muy distinto: sabedor de antemano del rechazo que generaría su propuesta, su intención no sería otra que poner en evidencia la “negativa” (sobre todo de los nacionalistas) a participar en las decisiones de gobierno.

Una segunda derivada sería que, si por una de aquellas los nacionalistas aceptaran, dejaría al PP de Arturo Torró absolutamente aislado en la oposición, una objetivo que persigue, no otra cosa, que un mayor desgaste del portavoz popular, en teoría ya ratificado por el propio Mariano Rajoy como el próximo candidato a la Alcaldía de Gandia.

Así las cosas, es obvio que la situación en que se encuentra el grupo municipal del PP no es la más cómoda, puesto que con la vista puesta en las elecciones de 2011 su principal problema pasa por Plataforma de Gandia, socio de gobierno del PSOE, con una particular proyección de su líder, Fernando Mut en su papel de concejal de Territorio, con una presencia mediática “en positivo” mucho más persistente que la del empresario Torró.

Tal vez esto explique la permanente ofensiva crítica del PP contra quien fuera su líder hasta hace poco más de un año: no pasa día en que lo del “tándem Orengo - Mut”, no se vea cuestionado por casi todo lo que hace o deja de hacer.

El problema para el PP ahora mismo es que no hace diferencia ninguna en sus críticas: da igual que se trate del tema de asesores o del agua potable, hasta las más mínimas cuestiones cuya importancia es más que relativa. Esto implica un riesgo grave: cualquier realización que el gobierno finalmente vaya concretando irá en desmedro del mensaje catastrofista de Torró y los suyos, un asunto que los asesores de imagen del PP (ya fracasados en la campaña electoral) no sólo no han corregido sino que insisten en la estrategia que en nada beneficia la credibilidad del candidato, por otra parte bastante cuestionada ya por diversos asuntos, públicos y empresariales. Favor que el gobierno se cuida de agradecer, pero que, ya puestos, debería.

miércoles, 6 de agosto de 2008

Transparencia

La publicación del primer informe de la ONG Transparencia Internacional, producido por su capítulo español, sobre la información que se proporciona a los ciudadanos por parte de los ayuntamientos de las cien mayores ciudades españolas, pone de relieve carencias importantes en el caso de Gandia.

Bien está que se aclare que el citado informe está basado en una metodología bastante peculiar que privilegia exclusivamente la información contenida en documentos oficiales puestos a disposición del público y en ningún caso la que se proporciona a través de los medios de comunicación, ni siquiera los de titularidad pública.

De hecho, en los cinco apartados en los que se divide el estudio, la capital de la Safor sale malparada al menos en dos que son claves: en lo relativo a la información económico financiera y en lo correspondiente a las políticas urbanísticas. En todos los casos, lo que se exige por parte de TI es que esa información se desglose por ejemplo, en gasto, presión fiscal, endeudamiento etc, por habitante y en relación a años anteriores... Lo curioso es que en términos relativos respecto del resto de 100 ayuntamientos, al menos en lo que respecta a lo económico financiero, Gandia se sitúa en puestos altos, aunque con una puntuación baja (30 sobre 100) lo que indica que en general los municipios no cumplen adecuadamente los parámetros establecidos por el estudio.

A la inversa, las mejores puntuaciones, de más de 50 sobre 100, como es el caso de la información municipal institucional o de la web municipal, es ampliamente superada por más de la mitad de los municipios encuestados. Con todo, este indicador implica otra visión del asunto: una cierta falta de incorporar mecanismos de comunicación de doble vía entre el ayuntamiento y los ciudadanos.

Aunque el estudio pueda ser tachado de arbitrario, como ya han hecho algunos municipios, entre ellos Valencia por cierto peor situada que Gandia en el balance general, el mismo constituye una crítica y a la vez una oportunidad para mejorar sensiblemente los servicios, ya que el cuestionario de Transparencia Internacional, con más de 80 cuestiones a análisis, constituye una buena guía para mejorar lo existente.

Otra cosa es que esto sirva para que la oposición se lance al cuello del gobierno municipal, o que éste quiera minimizar el alcance del estudio y la validez del mismo. Valdría pues la pena una profunda revisión de los mecanismos de información al ciudadano en todo aquello que el informe indica.

jueves, 24 de julio de 2008

Policía y juzgados

Al cierre de esta edición, las negociaciones entre el Gobierno Municipal de Gandia y los sindicatos que representan al colectivo de la Policía Local habían alcanzado un principio de acuerdo en el contencioso que mantenían a propósito de diversas reivindicaciones de los agentes.

El acuerdo debía ratificarse por la asamblea de los policías y por lo tanto, no han trascendido del todo los puntos sobre los que se sustenta el mismo, aunque se apunta que “parte de lo que pedían los uniformados ha sido concedido, pero también parte de las posturas del Ayuntamiento se han respetado”, apuntaba una fuente, que añadía en el aspecto más sustantivo del asunto, el incremento salarial solicitado, que los 300 euros mensuales de incremento iban a concederse “paulatinamente” a lo largo de un plazo no estipulado aún, pero que se calculaba en meses.

Sea como fuere, ésta es una buena noticia para la ciudad, aunque aún estén por conocer los verdaderos costes del acuerdo, simplemente porque en plena temporada estival Gandia no puede permitirse no tener los servicios adecuados para atender a una población creciente durante estos meses.

Lo bien cierto es que la comparación salarial esgrimida por los sindicatos, respecto de otros ayuntamientos de la comarca y de ciudades similares a la de la capital de la Safor, ha sido el eje de toda la discusión durante el conflicto, por mucho que se añadieran a las reclamaciones otra serie de reivindicaciones de recursos materiales y humanos.

Sea como fuere la nota política al respecto la dio, una vez más, el portavoz del PP, Arturo Torró, de cuyas palabras se deducía que estaba a favor de solucionar el tema atendiendo todas y cada una de las reivindicaciones de la policía local. Una muestra de la responsabilidad de alguien que se dice preparado para gobernar esta ciudad.
Por lo demás, conocido el desenlace de la negociación, no tardó en intentar disimular el patinazo tras haber pedido antes la dimisión del concejal Mascarell, (todas las semanas pide la de alguien) diciendo que “esto es lo quería el PP, que el tema se arreglara”.

Juicios y demandas

Torró esta misma semana añadía a su cada vez más completo currículum político otra perla: su denuncia a la Fiscalía de las supuestas conversaciones de Fernando Mut con el empresario de “Salsafor”, mediante una grabación obtenida con métodos de los que ya se verá su virtualidad, aunque su calificación moral esté clara.

En realidad, para alguien que últimamente acude a los juzgados con cierta frecuencia no debería ser extraño el hecho apuntado, aunque unas veces lo haga como denunciante de un asunto como en este caso, y en otras como simple imputado por un supuesto delito de estafa.

lunes, 21 de julio de 2008

Caza de brujas (II)

No satisfechos del todo los impulsos persecutorios y sectarios de la Consellería de Educación con la no prórroga de la dirección del Colegio de Almoines a Batiste Malonda, ahora quieren expedientarlo para, simplemente, impedir que pueda ejercer como Jefe de Estudios del centro, cargo para el que fue elegido por la nueva directora con el apoyo del claustro.

Al menos esto es lo que se deduce de la encarnizada persecución a que está siendo sometido, esta vez a cuenta de la falta de servicios mínimos en su colegio durante una huelga de profesores... de hace más de un año y otras dos resoluciones que Malonda, supuestamente, habría incumplido en 2005 y 2006. Es decir, una vez ha sido designado para el segundo cargo en importancia del centro, aparece este nuevo expediente, de manera absolutamente tendenciosa y con el objetivo evidente de apartarlo de cualquier otra condición que no sea la de profesor raso.

Es evidente que toda la maniobra está basada en supuestos hechos administrativos, porque entre otras cosas, ni la Consellería ni el inspector que se ha prestado al juego, han sido capaces de apuntar a la calidad educativa del centro, motor del movimiento de renovación pedagógica en Valencia durante muchos años. Pero también es evidente el trasfondo político que subsiste en este hecho: Batiste Malonda no se ha plegado con facilidad a ninguna de las medidas arbitrarias dispuestas por la autoridad educativa y, al parecer, el hecho de que el actual alcalde de Almoines (militante del BNV) sea también miembro del equipo de dirección del colegio, es una de las razones “ocultas” que se hacen valer para emprenderla contra aquel.

Por lo demás, el escándalo empieza a hacer mella en la propia estructura educativa, al punto que el propio Conseller salió a desmentir que el Director Territorial de Educación, Camilo Miró, haya dimitido de su cargo a propósito del tema Almoines.
Y es que Miró, se había comprometido, al parecer, con algunos de los dirigentes sindicales que se entrevistaron con él, que el expediente a Malonda se archivaría sin más consecuencias.

Es evidente, pues, que no todo está tan claro, como no sea la “venganza” que el PP ejerce sobre el ex director por la vía de encontrar un inspector dócil, Rubén Malonda, puesto en el cargo por el Partido Popular hace unos años, sin que se conozca bien el mérito acumulado para tal designación. O tal vez sí, una vez vista su actuación.

lunes, 14 de julio de 2008

Salsa turbia

Pocas veces una cadena de despropósitos ha provocado la situación que parece darse en torno al ya famoso Congreso de Salsa, suspendido por la Policía Local debido a la inexistencia de los permisos respectivos, pese a que tal encuentro contaba con patrocinio municipal.

No es el menor de los asuntos el que una descoordinación, como la que acusa el PP al gobierno municipal, se haya dado en este caso. Porque, obviamente, el responsable de la actividad es quien está obligado a obtener todos los permisos y licencias, aunque haya tratado de demostrar a través de e-mails que los solicitó a última hora directamente al Departamento de Turismo.

De hecho, el informe de los servicios jurídicos y técnicos municipales desvinculan la responsabilidad municipal en el asunto.

Hasta allí lo meramente administrativo, porque además, se da el caso de que el promotor del espectáculo intenta demandar ahora al ayuntamiento por los daños y perjuicios sufridos por la suspensión, que alcanzarían la friolera de unos 90.000 euros, según a quien se escuche.

Dicho esto, viene la segunda parte de la historia, donde aparecen unas supuestas grabaciones realizadas a concejales de Gandia, alguna de ellas publicadas en un medio de comunicación, en la que Fernando Mut habría “sugerido” al promotor que para salvar parte de las pérdidas, se le contratara algún espectáculo de feria y fiestas, pagado por el municipio, con el objeto de reducir ese quebranto.

Tras la publicación, el PP local no ha tardado ni un minuto en apuntar que llevará el asunto a la Fiscalía Anticorrupción para que averigüe si pudiera existir delito en las supuestas palabras del líder de Plataforma.

Por su parte éste, ha apuntado a Arturo Torró como la persona que está detrás de toda la maniobra, al parecer hasta de las grabaciones clandestinas, en “busca de un rédito político”.

El PSOE por su parte, ha defendido no sólo la actuación de su socio de gobierno sino de la concejal de turismo, Amparo Miret, y de los técnicos que intervinieron en la cuestión, a la vez que apuntaba a “un intento de extorsión” al Ayuntamiento por parte del promotor, Nico Espinoza, “con el soporte del PP”.

Por su parte Torró señalaba que él no tiene nada que ver en el asunto, pero tras cartón añadía que “ya saldrán los e-mails del asesor de Plataforma Manuel Esteve al respecto”, con lo cual se da por sabedor de entresijos del caso que aún no habían trascendido.

Sea como sea, parece que estamos frente a una de esas situaciones en que la política muestra su peor cara, la del “todo vale” para derrotar al adversario.
Si algo no es correcto, que lo determinen los tribunales, pero mientras tanto, cabe exigir claridad y contención a unos y a otros.

Porque, seamos claros, algunos protagonistas de esta historia, repiten actuación y de ello se hablará en próximas semanas.

lunes, 23 de junio de 2008

La crisis

Frente a la situación económica reinante, con la agudización de los indicadores generales que marcan una fuerte inflexión de muchas actividades claves, la comarca obviamente no queda al margen de lo que es, más que en apariencia, un ciclo bajista que afecta a todos.

La primera actividad fuertemente afectada por el parón de la economía es la construcción, cuya preponderancia en la multiplicación de la actividad económica en Gandia y la Safor, ha sido fundamental en el largo cilo de crecimiento que se ha acabado de manera violenta a partir de la crisis similar de las “hipotecas basura” en EE UU, que ha corrido como la pólvora por el mundo entero sumada al consiguiente cierre financiero.

Hay quien dice que en realidad, estamos frente una crisis que en su interior conlleva otras tres: la financiera, los altos precios del petróleo (cinco veces superiores a los de hace un lustro) y la crisis alimentaria producida por las economías emergentes (China e India, entre otros) que están consumiendo reservas de todo tipo y pagando por ellas, precios que hasta ahora no se habían visto nunca.

Hecho este esfuerzo de síntesis, habrá que mirar lo que pueden hacer las administraciones (ahora que hasta los más forofos del libre mercado suplican la intervención del Estado para que ponga solución), y entre ellas las más cercanas a los ciudadanos, los ayuntamientos y, en segundo lugar, las autonomías, ya que el gobierno central se dedica, por lógica, a eso que llaman “macroeconomía”, o sea los grandes números.

Y, sinceramente, no parece que en el caso de la Comunidad Valenciana pueda esperarse mucho: la última idea del Consell ha sido “exigir” al Gobierno de Zapatero que le autorice un mayor endeudamiento que el que ya posee y que pasa por ser récord absoluto entre las 17 autonomías españolas.

Por su parte, los ayuntamientos están, en su mayoría, muy justos de euros cuando no descapitalizados por la falta -precisamente- de una distribución impositiva más justa y equilibrada.

Aún así, cualquier esfuerzo que se haga por aumentar la obra pública (al más puro estilo del “new deal” (nuevo pacto) americano tras la crisis de 1929, será bienvenido, pero para ello hace falta algo más que la mera voluntad política. Porque de lo que no cabe duda es que las administraciones locales son las que más rápidamente pueden reaccionar a la situación, aunque pueda parecer que su aportación a la solución no sea la más importante.

viernes, 13 de junio de 2008

El transporte

La incidencia de la huelga de los transportistas empezaba a dejarse sentir de alguna manera en la comarca a partir del pasado martes. Los piquetes “informativos” habían logrado bloquear en buena parte los transportes de cargas de numerosas empresas locales, las gasolineras eran una muestra de la ansiedad de los usuarios por hacerse con unos litros de combustible y la sensación en hipermercados y supermercados de la comarca era que el desabastecimiento podía producirse en cualquier momento.
Todo ello, claro está, alimentado por una sicosis equivalente a una situación de casi pánico por parte de la población, bombardeada por imágenes e informaciones cual de todas más catastrofista.

En este ambiente, pues, se hace difícil establecer unos parámetros de reflexión suficiente y tranquila para hacer un análisis de las causas del problema y de los verdaderos excesos que se están cometiendo en nombre del derecho constitucional de huelga, impulsada en este caso por dos centrales que representan mayoritariamente a trabajadores autónomos, ya que el resto de asociaciones empresariales del transporte, según se dice un 80% del sector, no se han plegado a la convocatoria.
Y lo bien cierto es que el derecho de los huelguistas se contrapone con claridad con el derecho de quienes han decidido trabajar pero no pueden hacerlo, dado que no se trata solamente de no trabajar por parte de quienes apoyan el movimiento sino de impedir que otros lo hagan y en ese punto el problema se amplifica hasta límites insospechados.

No es de recibo, por ejemplo, que no sólo se impida el paso de camiones o furgonetas, sino que, como se ha visto en varios casos, se inmovilicen esos vehículos por el simple expediente de averiarlos.
Mientras tanto, es razonable pedirle al gobierno español que actúe en dos sentidos: negociando lo que se pueda y hasta donde se pueda con el sector, y por otra parte, garantizando el derecho al trabajo de aquellos que no comparten la estrategia rupturista de quienes impulsan el paro.

Sea como fuere, los datos macroeconómicos empeoran minuto a minuto: si el problema es el precio del petróleo (que casi ha triplicado su precio en tres años) ahí va el último proporcionado por el cuarto producto mundial de hidrocarburos, Rusia. Asegura que el año próximo el barril de petróleo en el mercado internacional llegará a los 250 dólares. O sea...

lunes, 9 de junio de 2008

Sueldos municipales

Tal y como se plantea, el tema del pago del complemento de productividad en el Ayuntamiento de Gandia, exige una clara, precisa y fundamentada explicación por parte de quienes ostentan la autoridad para hacer posible la medida. Sobre todo, en lo relativo a un número de técnicos cuya pertenencia al grupo “A” (el más alto del escalafón de la administración) podría suponer que llegaran a redondear sueldos anuales superiores a los 70.000 euros, lo que ha disparado las críticas sindicales y de la oposición.

Lo que tampoco se ha explicado hasta ahora es cómo será posible aplicar un complemento salarial como éste, el de la productividad, toda vez que la ley no permite que se haga de manera permanente, sino como consecuencia de tareas específicas, concretas y puntuales, según la concejal Ripoll.
Los sindicatos han manifestado ya sus dudas sobre este procedimiento y lo que se adivina ahora es una larga negociación para lograr la adecuación salarial exigida por éstos, a lo que se suma una reclamación similar por parte de la plantilla de la policía local cuyos representantes aseguran que sus sueldos son inferiores a los de su pares en pueblos de muy inferior población a la de Gandia.
Sea como fuere, lo cierto es que aunque la negociación está en la primera fase y no se espera que esté concluida antes de cuatro meses, el PP sostiene que el incremento propuesto por el gobierno municipal supondrá un gasto de 161.000 euros más al año, mientras que el Concejal Mascarell asegura que no llegará a los 100.000.

Todo esto no ha hecho más que comenzar y lo bien cierto es que viene a sumarse a las críticas de la oposición por las contrataciones de personal asesor y por lo que se ha denunciado como existencia de contratos de servicios que incrementarían de manera indirecta el capítulo de personal.

Obviamente, se supone que para atender los requerimientos de una ciudad que crece de manera acelerada, con nuevos servicios, obras y compromisos, es necesario aumentar la dotación de personal que presta servicios para el municipio.

Lo que también resulta obvio es que un tema como el planteado, exige una pronta y detallada explicación de la cuestión, porque en medio de la situación económica que se vive, no resulta del todo claro que se puedan mostrar casos de ingresos tan descompensados respecto de la realidad social circundante.

sábado, 31 de mayo de 2008

Caza de brujas

Un inspector de educación, nombrado por la Generalitat Valenciana, sin que se conozcan las razones, al parecer ha emitido un informe en base al cual el director del Colegio El Castell, de Almoines, con una “evaluación negativa”, lo que impedirá que éste renueve su mandato por los próximos tres años.

El hecho ha provocado el unánime rechazo de la comunidad educativa, que en el caso de los sindicatos han llegado a amenazar con una huelga del sector, por la injustificada medida, sobre todo cuando Batiste Malonda, el director cesado, ha reunido a lo largo de su dilatada carrera, casi todos los reconocimientos y premios profesionales y sociales a que se pueda aspirar en la docencia.

Y es que ha sido, entre otras cosas, uno de los pilares fundamentales del Movimiento de Renovación Pedagógica, de “Escola Valenciana” y su iniciativa ha estado presente en todas las luchas reivindicativas por una educación pública de calidad.

Por el contrario, de Rubén Malonda, el inspector autor del informe es poco lo que se conoce, y lo poco que se sabe de él apunta a un perfil claramente político y más aún, vinculado al PP desde hace años, al punto que -como denunciaba algunos de los colectivos que defienden al director del colegio- es miembro de la ejecutiva de Gandia de los populares y fue candidato en las últimas elecciones municipales.
Las cosas llegan a tal punto que el BNV ha denunciado lo que para esta formación política constituye “un golpe de estado a la enseñanza pública valenciana”, mientras que “Escola Valenciana”, organizadora de las “Trobades d’Escoles” (que este fin de semana ha convocado el encuentro anual de la Safor en Beniarjó), apunta a una “depuración al más puro estilo franquista”, en lo actuado por el funcionario Rubén Malonda.

Sea como fuere, lo bien cierto es que, ante la falta pública de argumentos por parte de la Consellería para proceder como lo ha hecho, se tiene la sensación de que, efectivamente, la resolución tiene que ver más con la imposición de un modelo autoritario que va directamente contra la orientación pedagógica del centro en la figura de quien hasta ahora ha sido poco menos que un símbolo para la educación pública valenciana.

Y es que además, tanta efectividad en la actuación del gobierno valenciano en este caso estaría muy bien que se aplicara en la búsqueda de soluciones inmediatas a la deprimente y casi tercermundista situación de la educación pública valenciana.

jueves, 22 de mayo de 2008

La epidural

Que después de años de demandas sociales, finalmente la Consellería de Sanidad haya dispuesto habilitar el servicio de anestesia epidural para parturientas en el hospital de Gandia “por la mañana y por la tarde”, no deja de ser una buena noticia. Sobre todo, cuando la falta de esa práctica médica, sujeta sólo a los horarios disponibles de anestesistas, provocaba dos situaciones bien marcadas: o la obligación de parir con dolor según tocara en suerte disponer o no del profesional habilitado para la intervención, o que la paciente fuera derivada -si insistía en contar con el servicio- al hospital de Alzira.
Si ya en el primero de los casos la cuestión se volvía kafkiana, la segunda opción suponía hasta ahora que dos intervenciones en el hospital privado de la capital de la Ribera Baja equivalieran en coste para la sanidad pública al sueldo mensual de un anestesista, cuya falta era el origen de todo el problema.
Dicho esto, la magnitud de la situación la daba el que algunas mujeres pudieran parir sin dolor, si simplemente su “horario” de parto coincidía con encontrar un anestesista que estuviera libre en el hospital de su principal obligación que era la de asistir en intervenciones quirúrgicas.
Como solución, se arbitrará entonces la presencia de un profesional de esta rama, sólo por las mañanas, con lo que el problema continuaba siendo prácticamente el mismo.
Como razón fundamental para este lamentable estado de cosas, la Consellería de Sanidad arguía la “falta de anestesistas” en el sistema público. Y ya se ve que en este asunto se ha tardado lo suyo, como si se tratara de una cuestión menor.
Con todo, la lectura positiva ha de ser que, aunque sea en “horario de comercio”, la epidural estará disponible para las parturientas de la comarca que la soliciten, lo que ya representa un avance, aunque no del todo resuelto.
En ese plano, esperemos que con la llegada del nuevo hospital (verano de 2010, según el conseller), estas dificultades sean cosa del pasado... reciente.
Por cierto, en unos días se conocerá el proyecto definitivo del nuevo centro, y hay quien dice que se incrementará el número de camas y de servicios médicos sobre lo que se ha venido prometiendo. Es más, dicen que las obras de verdad, comienzan en julio con la cimentación del que será el nuevo edificio. Ya falta menos pues, para saber si, finalmente, habrá algún plazo que se cumpla.

viernes, 16 de mayo de 2008

Obras

Antes de mediados de junio próximo, se iniciarán las obras de reforma de la Plaza Elíptica y del aparcamiento subterráneo de la zona, con el propósito de agregar más de 500 aparcamientos en dos plantas, conectados al actual parking de República Argentina y la recuperación de la zona de la plaza y sus calles adyacentes.

Se trata de una de las obras más complejas que se realizarán en el casco urbano de Gandia, a la vez que serán una piedra de toque importante en cuanto a la afección al tránsito rodado, pues en el sitio confluyen tres arterias clave para la circulación: República Argentina, Xeresa y Plus Ultra.

Sea como fuere, lo bien cierto es que si se cumplen las estimaciones y los anuncios, en pocas semanas se anunciarán la adecuación final de la Plaza del Prado y de la Plaza del Tirant, ambas sin afección a la circulación.

Pero según parece hay más: antes de fin de año podría convocarse el concurso licitación para la redacción del proyecto y ejecución de otro macro parking en la zona de Jardinet - Corea, la reforma de la fachada del Serpis y la continuación de las obras del paseo Germanías entre otras, lo que supone un paso adelante en el desarrollo de la ciudad, y a la vez -al poner todo esto en perspectiva- un cierto desafío a la coordinación de todo este entramado para evitar las molestias a los ciudadanos hasta allí donde se pueda.

Lo bien cierto es que algunas de estas obras son largamente reclamadas en la ciudad (como el caso de los aparcamientos) y que están llamadas a ser -una vez finalizadas- parte de la solución a algunos de los problemas más acuciantes como es el del tráfico y el aparcamiento.

Seguramente, como en todas las grandes obras, los imponderables van a jugar un papel determinante en los retrasos e inconvenientes que suelen presentarse. Ojalá sean los menos para que los cronogramas se cumplan adecuadamente y los obstáculos sean los menores.

Con todo, se avecinan nuevamente tiempos de especial atención a las obras por parte de todos, y en especial por parte de los vecinos que las tendrán más próximas. Y es lo que tiene esto del denominado progreso, que para que todo funcione es preciso que todos pongan su parte.

Ojalá el pésimo ejemplo de las obras del Paseo no se repita, porque -obviamente- la ciudadanía no lo aceptaría.

viernes, 9 de mayo de 2008

Cuentas y Deudas

El gobierno municipal de Gandia ha puesto sobre la mesa un tema especialmente sensible como es el de la suplementación presupuestaria para hacer frente a facturas impagadas del año 2007, la mayoría de ellas del departamento de Medio Ambiente, derivados de “sobrecostes en la tasa de recogida de basuras”.

Lo bien cierto es que la oposición denuncia al respecto el uso de dinero proveniente del canon del servicio del agua potable, que se suman a los 15 millones ya previstos en el presupuesto de este año. En total, los fondos destinados a este fin, suponen que se haya consumido en gasto corriente el 50% del total recibido por el ayuntamiento en aquel concepto.

Pero, una vez analizados los números y aprobados por el plenario municipal, con la oposición de PP y Bloc, lo que en realidad parece haber producido una mayor distorsión en las previsiones presupuestarias y obligado a esta solución, es la gran diferencia presupuestada en 2007 y 2008 por ingresos provenientes de la venta de patrimonio municipal de suelo (PMS, solares de propiedad municipal obtenidos por reparcelaciones diversas) y lo que realmente ha ocurrido: un desfase que ya el año pasado era de casi 11 millones de euros y que este año amenaza con ser equivalente. Y es que la crisis inmobiliaria desatada desde el pasado verano está alcanzando hasta las cuentas municipales. Otra merma sustantiva se dará con toda seguridad en lo que el Ayuntamiento recauda por licencias de obra, obviamente muy reducidas frente a lo que venía siendo habitual en los últimos 12 años.

Da la sensación de que, además de otras cuestiones llamativas, como la indemnización al ex jefe de los servicios jurídicos municipales por orden judicial, que esta medida podría haberse explicado de mejor manera de lo que se ha hecho en estos días.

Por lo demás, ahora queda por saber si, como acusa la oposición, la parte del canon destinada al Plan Director del Servicio de Agua Potable, que el Bloc cifra en 60 millones de euros y el gobierno sostiene que será muy inferior, será suficiente para hacer frente a tales inversiones en los próximos años.
Sea como fuere, una cuestión es obvia: la reducción sustancial de la deuda municipal acumulada durante la anterior legislatura, debería dejar a Gandia en una situación óptima para emprender proyectos de cierta envergadura, contando con que la reducción de ingresos por la desaleceración económica no será, al parecer, cuestión de un único ejercicio presupuestario.

sábado, 3 de mayo de 2008

Mil

En realidad son bastantes más números los que marcan la existencia de “Gente de la Safor”, pero la continuidad de 1.000 números, tras alguna interrupción de seis meses, marca un punto de esos que vale la pena recalcar.

Y es que, a la luz de ese millar de ejemplares, si se acude a la hemeroteca, no sólo pueden apreciarse los cambios de estilo, maqueta, formato y tratamiento de los contenidos de la revista, sino que, modestamente, reflejan también los cambios vertiginosos que ha sufrido la sociedad de la Safor a lo largo de estos últimos veinte años, lo cual no es poco para una publicación local.

Una suerte que no pueden compartir muchos proyectos similares que han surgido en estas dos décadas y que han conocido la dureza de una actividad que exige no sólo profesionalidad y cierto rigor, sino también una independencia económica que se logra a fuerza de hacer compatibles el interés de los lectores con la confianza de los anunciantes.

Mil números de la segunda época de “Gente de la Safor”, suponen una realidad de la que sentirse orgullosos, como lo estamos en esta casa, con la fuerza de la supervivencia en un mundo tremendamente competitivo, pero además siendo la revista líder del mercado local, un semanario que intenta ir más allá de la simple acumulación de noticias para detenerse en cuestiones importantes, profundizando en los contenidos y “dándole la vuelta” a la información de cada día.

Lo hemos dicho y lo repetimos ahora, éste es un medio independiente, pero no neutral, porque a nadie se le oculta que, como todos, la ideología forma parte de su bagaje de fondo.

Seguiremos por el mismo camino, haciendo o tratando de hacer, un periodismo moderno, cercano a la gente y la ciudad, contando-como hemos contado a lo largo de este tiempo- con el aporte sustancial de tantos colaboradores y trabajadores, innovando en formas y, sobre todo, aproximando el “por qué” de las cosas a nuestros lectores. En suma, con el agradecimiento a centenares de personas, empresas e instituciones, que han encontrado en “Gente de la Safor” respuesta a sus inquietudes y necesidades. Es obvio que no todos opinarán lo mismo: nos critican, lo sabemos y lo aceptamos, pero en todo caso es consecuencia del ejercicio de la libertad con que cada uno ejerce su papel en la sociedad.

De eso se trata, y por haber sintonizado con esta realidad, debemos, aunque sea modestamente, sentirnos orgullosos. El compromiso es seguir por este mismo camino. Gracias a todos por permitirnos ser útiles.

viernes, 25 de abril de 2008

Más comercio

Arrecian las críticas y la polémica en torno al modelo comercial de la ciudad, una discusión a la que se ha agregado en los últimos días las informaciones que el Bloc ha puesto sobre la mesa respecto al cambio de situación de un área de 9.400 metros cuadrados en torno al nuevo hospital y que ahora quedará alineada a lo largo del bulevard que conectará la rotonda de Daimús con el centro de salud, formando la primera parte de la carretera del Grau.

Dicho esto, habrá que volver sobre el asunto porque algunos, como el PP, han tardado más de la cuenta en dar su opinión al respecto y, cuando lo ha hecho, ha sido cubriendo con un manto de insultos y descalificaciones al Alcalde de la ciudad, por lo que Torró entiende que es “una maniobra oscura” respecto a la instalación del centro comercial Apolo 3C, es decir la ciudad del transporte.

Dicho de otro modo, poca cosa de nuevos datos, y -sobre todo- una desmemoria de primer nivel en torno a cual fue la postura de ese partido a lo largo de todo el proceso urbanístico. No hubo otra que al apoyo sin fisuras a toda la tramitación que se hizo entonces y hasta ahora. Pretender que “la culpa” es sólo de uno, cuando se ha participado, si no activamente, al menos por aquiescencia, no le quita responsabilidad al Partido Popular en lo ocurrido, más allá de la valoración que merezca la resolución del tema.

Por lo demás, el Bloc ha seguido insistiendo en que “se han cambiado los acuerdos sobre la naturaleza de las implantaciones que debían darse en el sector”. Y aquí va la pregunta del millón: ¿Es posible, cuando la empresa promotora cuenta con la ley de su favor, obligarla a vender espacios comerciales sólo a determinado tipo de comercios? ¿Es que alguna vez se intentó? y si fue así, ¿no se estaría obrando al borde del quebrantamiento de la ley?.

Por lo demás, Fernando Mut agregó su opinión preguntándose si Gandia no se encontrará ya al borde de la saturación comercial. Y la respuesta es que, en algunos rubros comerciales, así es, que no quepa la menor duda. La contra cara es saber si esa potencia comercial continuará ejerciendo de polo de atracción para públicos venidos desde fuera de la comarca, o si los malos tiempos que corren pueden afectar la sobre oferta de la que algunos hablan y arrastrar al comercio tradicional.

Un comercio tradicional, todo sea dicho, cuyas principales ubicaciones están ya en manos de poderosas cadenas de franquicias. De cómo se resuelva el “mix” comercial de Gandia, depende en buena parte su futuro. De esto es lo que hay que hablar, lo demás es humo.

martes, 22 de abril de 2008

Falsos méritos

Por fin algunas cosas empiezan a tener virtualidad: la cesión de suelo en Santa Anna para el Palacio de Justicia, el comienzo (al parecer definitivo) de las obras del Hospital Comarcal, el nuevo plan de impulso de la construcción de VPO como medida de promoción frente al parón inmobiliario, todas en definitiva cuestiones que apuntan a necesidades básicas de la ciudad.

Por fin algunas cosas empiezan a tener virtualidad: la cesión de suelo en Santa Anna para el Palacio de Justicia, el comienzo (al parecer definitivo) de las obras del Hospital Comarcal, el nuevo plan de impulso de la construcción de VPO como medida de promoción frente al parón inmobiliario, todas en definitiva cuestiones que apuntan a necesidades básicas de la ciudad.

Pero, mas allá de toda otra consideración, lo bien cierto es que no ha faltado cierto grado de polémica en el anuncio de las dos primeras realizaciones, con la disputa por parte del PP de la paternidad de ambos proyectos y la solución otorgada.

No es que se discuta, nadie lo ha hecho, el papel que le cabe a la Generalitat Valenciana en ambos casos, aunque también en parte le toque la cuota de crítica que corresponde por los retrasos habidos sobre todo en el tema del hospital.

De lo que se trata es de que un grupo municipal de nueva conformación, no sólo se atribuya ahora los méritos del asunto, sino que además intente tirar por tierra el trabajo que el gobierno municipal (el actual y el anterior) ha realizado en ambos asuntos. Parece cuando menos una osadía, atribuirse ahora medallas cuando en el caso del hospital, por ejemplo, los acuerdos Generalitat/Ayuntamiento vienen de lejos, así como el seguimiento de la gestión.

Y, en todo caso, alguna otra cosa es cierta, como que algunos de los problemas habidos en la tramitación de la urbanización de Santa Anna como del Hospital, vinieron por las interferencias creadas en su día por el propio grupo popular municipal, entonces liderado por Fernando Mut, hoy miembro del gobierno, pero sin olvidar que ese grupo lo formaban concejales como Inmaculada Bañuls y Javier Reig, hoy compañeros de ruta de Arturo Torró.

O sea, más allá de méritos y medallas de una partida de la cual no formaban parte ni el actual portavoz del PP de Gandia, ni gran parte de su actual grupo, lo único cierto y verdadero es que tanto Generalitat como Ayuntamiento han cumplido -bien que con retrasos y problemas- con la palabra empeñada.

Y no será con intentos de apropiación como los que se están observando, como de verdad se facilitará la colaboración y el entendimiento, más que necesarios, entre dos administraciones que están obligadas a resolver los problemas de los ciudadanos. Entorpecer esa relación no parece lo más inteligente ahora mismo, sobre todo cuando los hechos desmienten categóricamente las afirmaciones de quien intenta poner palos en las ruedas.

lunes, 11 de febrero de 2008

Encuestas

Ya han aparecido en escena, como corresponde a todo período electoral que se precie, esas herramientas que utilizan los partidos, medios de comunicación y grupos económicos, que en teoría permiten establecer –en un momento dado- el comportamiento del electorado.
Se trata, cómo no, de las encuestas, tan denostadas ellas por tanta gente, pero que al final todo el mundo sigue, consulta y discute como si se tratara de la probable alineación de un equipo de fútbol.
Ocurre , como asegura Giovanni Sartori en “Homo Videns, La Sociedad Teledirigida”, “que al final se gobierna por encuestas”, una afirmación que tiene muchos adeptos entre los sectores más críticos de la intelectualidad europea, pues al parecer el fenómeno –nacido en EE UU, está cada vez más presente en esta parte del mundo.
Como quiera que sea, el asunto da para más de un tratado, lo que se nota de las encuestas que han ido apareciendo estas dos semanas pasadas, publicadas por medios de comunicación de muy diversa raíz ideológica, es que existe hoy por hoy una ventaja de entre 2,5 y 5 puntos a favor del PSOE. En todo caso, el dato más llamativo es que tanto Zapatero como el PP, aumentan sustancialmente su intención de voto respecto a los resultados obtenidos en 2004 y que toda la lucha de campaña parece estar centrada en objetivos dispares según de quién se trate: Rajoy está tratando de hacer campaña “al margen” de la disputa con el PSOE, proponiendo cosas todas ellas convergentes en un factor: el miedo a un nuevo triunfo socialista. De hecho, toda la estrategia popular apunta a desmovilizar a los electores de izquierda, como ocurrió en 2000, sabedor de la tradicional abstención de este sector.
A su vez, el PSOE (y en parte también IU) empiezan a centrar su mensaje precisamente en las propuestas del PP, más que las propias, advirtiendo sobre la “vuelta de la peor derecha”. El objetivo no es otro que movilizar a su propio electorado indeciso ése que podría quedarse en casa el 9 de marzo.
Si esto dicen las encuestas, casi todas del mismo corte, hay contradicciones muy gruesas: ¿cómo es posible que los dos grandes partidos aumenten de votantes y aún se tema por la abstención?. ¿O es que lo que aún no acaba de salir es que existe un importante trasvase de votos de partidos pequeños hacia los grandes? Porque, claro está de donde podría “rascar” votos el PSOE para seguir creciendo (abstención de centro y ex votantes de IU) , pero ¿y el PP?.
Misterios de las encuestas

martes, 22 de enero de 2008

El agua de la discordia

Algún opinante me reclama, y con razón, mi escasa actividad en el Blog, y es que estamos un poco hasta los topes de faena estos días: además de que ya estamos en plena preparación de los números especiales de “Gente” para Fallas y Semana Santa, (vaya coincidencia de fechas, nos lleva mal el tema), el especial de Fitur 2008, los números semanales de “Gente”, el programa de GTV “El debat”, y la puesta a punto de el primer “Reportatge” para la misma cadena que se emitirá muy pronto, ambos producidos en esta casa, con una plantilla reducida, empieza a pasar factura.
Nada, que hay que ponerse las pilas. Allá vamos con el tema de la semana, supongo que un anticipo para algunos de los “bloggers” que están tan interesados por saber más cosas.
Se trata del ya famoso canon que tendrá que pagar la empresa que se haga cargo de la concesión del agua potable en la ciudad a partir de la puesta en marcha del proceso de concurso del que tanto se habla en estos días.
El pliego de condiciones fija un canon de 15 millones de euros, que deberán ser aportados al comienzo de la actividad de la empresa que resulte concesionaria de un servicio que tendrá en sus manos durante 25 años.
No es que la discusión abierta sobre si es válido o no que el Ayuntamiento exija ese pago de una sola vez, destinándolo al presupuesto de 2008 como pago de los bienes municipales que se ceden a la concesionaria, sea menor ni poco interesante, pero al fin y al cabo forma parte de una decisión política que el PP de Gandia “estudia” impugnar.
Lo importante de verdad, es que en los círculos técnicos, empresariales y políticos, se habla de que las ofertas de las empresas pueden superar con creces la cifra exigida por el pliego.
A tal punto es así, que hay quienes vaticinan que se podría doblar con comodidad ese precio de partida (uno de los factores que primarán en la adjudicación de la concesión).
Apunten cifras: según el Alcalde, el canon ofertado podría superar los 35 millones de euros que, según él, se destinarían por una parte a pagar los activos municipales (15 millones) otros 18 a la mejora de la red de distribución y el resto, dos millones, “a mejorar la ciudad”.
Sin embargo, otra fuente –ésta de la oposición- cifra ese canon que podrían llegar a ofrecer las concesionarias en… 50 millones de euros, lo que equivaldría a pagar dos millones por año de concesión por anticipado.
Estarán conmigo, un profano en estos asuntos, que no es poca cosa ya que en realidad supondría casi duplicar el presupuesto ordinario municipal.
Sea como fuere, empiezo a entender el revuelo del tema. En el número de “Gente” de esta semana irá un análisis de la cuestión.

jueves, 10 de enero de 2008

Exabruptos

Esto de la red y la informática, para los profanos como yo, se parece mucho a la magia y hasta que no ha vuelto de vacaciones el técnico que se ocupa de estas cosas en “Gente” no ha habido caso de poner en funcionamiento esta página. Allá vamos.
En el comentario editorial que se publica mañana viernes en la revista nos hemos detenido en algo que empieza a ser cada vez más preocupante desde el punto de vista del ejercicio democrático: la continua y creciente ola de descalificaciones y actitudes poco recomendables que se ha instalado entre los grupos municipales del Ayuntamiento de Gandia.
No es preciso, para nada, ni tiene por qué formar parte de la confrontación democrática toda esta parafernalia verbal que busca, antes que la crítica al adversario, su descalificación.
Dadas como están las cosas supongo que a la población le interesa poco o muy poco este estilo, desconocido hasta ahora en según de qué político estemos hablando. Es probable que obtenga un determinado eco entre determinado público, más o menos ferviente admirador de tales hazañas de verborrea ramplona y elemental.
Me temo, y mucho, que la cercanía de la campaña electoral para las generales no sea más que un acicate para seguir aumentando el volumen de los exabruptos y la escasa responsabilidad que algunos demuestran cuando los formulan. A propósito, tentado estoy de editar un reportaje sobre el tema para la próxima semana. Ya veremos cómo vamos de paginación y tiempo.
Por cierto: recuerdo cariñosamente a quienes escriben de manera insultante en el blog, que el anonimato da carta blanca, pero en algún caso no es más que la cobardía de quien no se atreve a decir las cosas por su nombre, en su nombre o en el nombre de quien le paga para hacerlo.