jueves, 27 de enero de 2011

Las listas

La presentación, hace dos semanas de la lista completa de la candidatura del Bloc-Verds para las próximas elecciones municipales en Gandia, ha puesto el listón de salida a la carrera electoral, que culminará el próximo 22 de mayo.
Contra todo pronóstico, han sido los nacionalistas quienes han abierto la disputa con una anticipación poco habitual y ello obedece más que nada a una razón fundamental: ocupar la atención mediática antes de que entre en juego los grandes partidos que acaban absorbiendo gran parte del protagonismo informativo.
Dicho esto, el panorama en el resto de formaciones es un poco más relajado: el PP designará su Comité Electoral local la próxima semana, mientras que el PSOE prevé hacerlo en un par de semanas. Plataforma, por su parte, se prepara para formar ese cuerpo este lunes próximo, pero no espera dar a conocer su lista hasta abril, según señalaba su líder Fernando Mut.
En el caso del PP las cosas son más complicadas que la mera elección de quienes deben diseñar la candidatura: deben esperar a que el candidato a Presidente de la Generalitat sea elegido por el partido, para recién después comenzar oficialmente a elegir los cargos locales en cascada. La cuestión estriba en que la confirmación oficial de Camps no llega y que a última hora de este miércoles se supo que el Juez Josep Flors, del Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana, da por cerradas las investigaciones del presunto delito de cohecho impropio y que ello significa que habrá resolución en el sentido de convocar a una nueva vista oral, en las próximas semanas, si no prosperan los recursos que, a buen seguro, presentará la defensa del Presidente de la Generalitat.
Si esto es así, la ratificación de Camps puede demorarse aún bastante por lo que las listas locales sufrirían un retraso considerable, una desventaja en cualquier caso.
Por su parte, el PSOE, ha decidido retrasar quince días respecto a lo que era habitual su plazo de presentación de listas por lo que a finales de febrero realmente se conocerá la integración de la misma.
El resto de partidos que piensan presentar candidatura no han avanzado gran cosa a día de hoy, y salvo Esquerra Unida que ya dispone de candidato a la alcaldía, no parece que haya mayor interés por anticipar esas listas, ya que los plazos judiciales para hacerlo se extienden hasta mediados de abril.
Pero, como quiera que sea, el “runrún” de ofertas y cábalas de ocupantes de las listas ya ha comenzado, será cuestión de esperar un poco más, porque pese a todo, la carrera está lanzada.

jueves, 20 de enero de 2011

El Ave vuela... hacia Gandia

La noticia de esta edición FITUR, no es otra que la llegada del AVE a Gandia a partir del próximo mes de abril para Semana Santa y, posteriormente, la continuidad del servicio en el puente de mayo y los fines de semana de verano.
Que Gandia sea la primera ciudad de sus características en la Comunidad Valenciana en haber obtenido la posibilidad de lograr el servicio de RENFE más moderno y puntero constituye en si mismo un hecho relevante y que además esto sea producto de una negociación mantenida en secreto durante meses por el Ayuntamiento de Gandia con el Ministerio de Fomento, posibilitando así su concreción, lejos de los lógicos celos que tal acuerdo implica por parte de otras ciudades competidoras es, cuando menos, un paso de gigante en la conexión de la capital de la Safor con la capital de España.
Efectivamente, desde el punto de vista turístico y de negocio, la noticia constituye un paso delante de gran importancia, pero mucho más lo es desde el punto de vista de la situación estratégica de la ciudad: contar con un servicio de AVE, aunque se trate del 250, el único capaz de circular sobre vías de cercanías, es ya un punto de partida para empresas de superior grado.
Por esto, se comprende el ánimo con que los empresarios desplazados a Madrid para la reunión decisiva sea tan alto y, a la vez, tan responsable cuando admiten que ahora será tarea suya la promoción de ofertas de viaje, ocio y negocio que hagan atractivo el punto de destino AVE Gandia, situado ahora a tres horas escasas de Madrid.
Pero, por esa misma razón no se entiende que el portavoz del principal partido de la oposición, Arturo Torró, haya denostado la idea llegando al punto de decir que “los empresarios no se atreven a discutirle al Alcalde”. Por lo demás, Torró recibió la respuesta del portavoz del PSOE, Alfred Boix, que resumía la postura del PP de Gandia señalando que “cuando hay una mala noticia para Gandia, como las prospecciones, se alegran y cuando hay una buena como esta del AVE, intentan tirarla por tierra.”
Sea como fuere, la solución es la mejor de las posibles a día de hoy. Otra cosa es que alguien se ponga seriamente a planificar (y disponer de cientos de millones de euros) para dotar a Gandia de un AVE 300.
Pero en todo caso, eso se lo tendrá que ganar la ciudad. Y allí estaremos todos, o… casi.

jueves, 13 de enero de 2011

Pacto por Gandia

El acuerdo alcanzado por las fuerzas políticas locales representadas en el consistorio acerca de temas de ciudad como son la ordenanza de ocupación de la vía pública, la protección del marjal y el rechazo a las prospecciones petrolíferas en la costa, marcan un paso decidido hacia una forma de hacer política lamentablemente perdida en Gandia hace muchos años.
Sea como fuere, por ejemplo, el PP ha podido sacar adelante su idea de cambiar la normativa de mesas en aceras y calles por parte de bares y cafeterías, como forma de contrarrestar los efectos de la nueva ley del tabaco.
Por otra parte, la protección del marjal del municipio, gravemente amenazado no hace mucho por la presión urbanística, supone cuando menos no una mera declaración de intenciones sino un avance claro en la salvaguarda de un espacio vital para el medio ambiente.
Finalmente, las prospecciones petrolíferas, del cual se ha conocido esta misma semana una nueva solicitud cuyo impacto, de ser autorizada, se sumaría a la ya otorgada hace dos semanas, es al menos una de esas cuestiones que avanzan sobre decisiones no siempre bien meditadas por parte del gobierno central y que ponen en entredicho el modelo de futuro.
Y aún más, que la firma de tal acuerdo se haya producido en presencias de actores sociales y económicos relevantes, a través del Consejo de Participación Ciudadana, implica a su vez una especie de unanimidad que, bien entendida, puede dar sus frutos en el momento más adecuado.
Lo es, básicamente, porque en los últimos tiempos la norma había sido el enfrentamiento, el “y tú mas”, la contraposición no ya de modelos ni ideologías, sino el de la simple negación de los argumentos del contrario por la vía -más de una vez- de la descalificación.
Dicho esto, cabe esperar que el ejemplo cunda y, aunque estemos ya inmersos en la precampaña electoral, que desembocará en las elección de mayo, es cuando menos recomendable que tal acuerdo pudiera extenderse a otros temas no menos importantes para el futuro inmediato de la ciudad.
Sea como fuere, el ejemplo es válido para subrayar aquello de “cuando se quiere, se puede”, con lo que se hace obvio que la ciudadanía agradecerá el gesto a la espera de que los mencionados puntos comunes se trasladen del papel a los hechos en el más corto plazo posible.
Una buena noticia y un buen ejemplo, desgraciadamente no muy frecuente en los tiempos que corren.

martes, 4 de enero de 2011

Sacar petróleo

La autorización otorgada por el gobierno central para el inicio de prospecciones petrolíferas en el litoral mediterráneo frente a las costas de Gandia ( a 30 millas mar adentro) ha suscitado no pocos rechazos entre la clase política local y la propia sociedad. Es verdad, el actual modelo productivo del capitalismo consumista basado en los hidrocarburos parece ser el único guión al que se atienen las multinacionales y ¡ay! los gobiernos por muy de izquierdas que se proclamen estos.
Otra cosa es que el debate no abarque otras cuestiones tan fundamentales como petróleo sí o petróleo no, o más bien, petróleo sí, pero que el coste de su exploración y explotación lo paguen otros y, si es posible, cuanto más pobres mejor. Planteada así, la hipocresía de tal postura se demuestra de inmediato: la sociedad opulenta en la que vivimos (por mucha crisis que nos azote) necesita del petróleo para sobrevivir pero no sacándolo de nuestra costa.
Nadie ignora que la sola mención de unas prospección puede afectar a uno de los principales recursos económicos de estas comarcas supuestamente afectadas, como la Safor, como es el turismo y de ahí que se sucedan los rechazos públicos a tales propósitos, aunque poco se pueda hacer ya para impedir los estudios una vez autorizados.
Otra cosa es que, como ya ha sucedido en Columbretes, frente las costas de Castellón, verdadero santuario de la naturaleza, la cosa acabara sin pena ni gloria, es decir con unas prospecciones que no dieron ningún resultado pero donde tampoco se denunció daño alguno al medio marino. Esa autorización, por cierto, que si fue efectiva de la mano del gobierno de José María Aznar y por el que no se rompieron la vestiduras ni Francisco Camps, ni Rita Barberá... ni Arturo Torró, hoy intentando liderar una vez más una irresponsable campaña (como la de 2007) donde aparecían las playas de Gandia cubiertas de chapapote y peces en descomposición.
Ahora bien, que sea el propio Alcalde de la ciudad, José Manuel Orengo, quien ahora se ponga al frente de la postura anti exploración, exige al menos que a la hora de pedir unanimidad a la Generalitat Valenciana le recuerde al PP valenciano su silencio escandaloso en aquella oportunidad de autorizar las prospecciones de Castellón. Porque eso, al menos, daría cierta coherencia al discurso público de los políticos, tan maltraído en estos tiempos.
Y es que no basta con oponerse, que también, sino que además hay que explicar por qué, ya que sólo desde la pedagogía política se evita la demagogia, uno de los principales cánceres de nuestra democracia y razón profunda del desapego de los ciudadanos a la clase política.
Esperamos pues, esa acción por parte de nuestros políticos de uno y otro signo, porque de lo contrario con manifiestos y manifestaciones no se va a ninguna parte, ni siquiera a ganar votos.