miércoles, 18 de agosto de 2010

Turistas

El estudio realizado por la Universidad Politécnica de Valencia, encargado por la empresa mixta Gandia Protur, es un elemento al que habrá que darle la importancia que se merece, toda vez que es el primero de esta naturaleza, realizado con métodos científicos, que aporta una mayor claridad para la comprensión acerca de una de las ramas principales de nuestra economía.
Tal vez, la principal incógnita a despejar continúe siendo el peso específico de este sector, el de los propietarios de apartamentos en la playa de Gandia, respecto del total de visitantes, pero como bien se dice por uno de los profesores autores del trabajo “los datos hoteleros no siempre son aplicables a todo el turismo de la ciudad”. De ahí la importancia de este estudio que viene a poner negro sobre blanco, algunas evidencias hasta ahora no contrastadas del todo: por lo pronto el nivel de formación de estos visitantes es muy superior a la media del resto de veraneantes, igual que sucede con los ingresos medios declarados.
Otro dato singular es el del gasto medio diario por familia, unos 34 euros, bastante superior al supuesto hasta ahora y, sobre todo, la media de extensión y por lo tanto de ocupación de sus apartamentos es mucho más notable que la de otro tipo de turistas: prácticamente es un mes, la valoración más alta de permanencia que se conozca.
Si esto es así, la ruptura de algún estereotipo creado a lo largo de muchos años, es notable toda vez que algún lugar común hacía responsable a este sector de un muy reducido gasto, sin considerar tal vez, que la propia inversión realizada en la propiedad del apartamento, le hace ser “cautivo” del destino donde tiene la segunda vivienda.
Esta última consideración supone un cambio fundamental en la imagen que se tiene de este turista, al punto que las instituciones deberían ocuparse en profundidad de satisfacer y, finalmente, fidelizarlo aún más si cabe.
Del trabajo realizado con entrevistas de campo a turistas, agentes sociales locales del sector y discusión temática, se desprende otro dato fundamental: son el principal cliente del sector de la hostelería de la playa entre el público turístico, un dato que por sí solo, debería llamar la atención sobre el tipo de promoción que se hace a la hora de captar nuevos visitantes y consumidores.
Lo bien cierto es que el tan denostado “turismo de segunda residencia”, logra en este estudio un valor que hasta ahora no tenía en el imaginario público local, lo que sin duda constituye una buena noticia, pero aún más, la clave de buena parte de la industria turística local.

jueves, 12 de agosto de 2010

El inventor de la pólvora

Esta misma semana la totalidad de concejales del Ayuntamiento de Gandia cumplía con la resolución del plenario por el cual se obligaban a presentar sus declaraciones de renta, bienes y patrimonio, así como la de sus cónyuges. El último en hacerlo fue el portavoz del Grupo Popular, Arturo Torró, quien declaraba unos ingresos en 2009 de casi 148.000 euros.
En realidad toda la polémica la generó el propio portavoz del PP, quien hace un mes puso en duda la “transparencia” del Alcalde de Gandia, que había publicado por segundo año consecutivo su declaración de renta, reclamándole que también hiciera pública la declaración de “su señora”.
El mismo día del plenario Orengo daba a conocer el documento de su esposa, la periodista María Fuster, tras lo cual el PP se descolgó con la solicitud de que fueran todos los miembros del gobierno municipal y sus cónyuges quienes hicieran pública su declaración de renta ante Hacienda.
Una enmienda presentada por el PSOE, aprobada por PSOE, PP y Bloc, con la oposición de Plataforma de Gandia, extendió tal obligación a la totalidad de concejales del Ayuntamiento de Gandia, con lo que “huida hacia adelante” de Torró ha provocado que finalmente cualquier ciudadano pueda conocer no sólo los ingresos de los concejales y sus cónyuges, sino también su declaración de bienes, patrimonio, participaciones en empresas, etc.
Así las cosas, la solución adoptada va mucho más allá de lo que hasta ahora era preceptivo según la ley, que los cargos electos declararan ante el Secretario General Municipal sus bienes al comienzo de la legeislatura y al final de la misma.
Pero lo que subyace en toda esta cuestión es lo verdaderamente preocupante: la insistencia de la rumurología, la insidia y hasta la calumnia con que un grupo político, el PP, ha venido utilizando respecto de sus adversarios, eso sí, exhibiendo medias verdades o filtrando supuestas situaciones personales y familiares tal como denunció públicamente el Alcalde.
Y en este plano, las palabras de Fernando Mut, líder de Plataforma, son esclarecedoras: “en 12 años en los que he trabajando en el ayuntamiento, una situación como ésta, no se había producido nunca. Poner en duda la honestidad de las personas es deplorable”. Tras lo cual, aún votando en contra del acuerdo, señaló que “seré el primero en cumplir con mi obligación”.
De la génesis de este episodio se desprende a las claras quién ha estado jugando con fuego, y en ese sentido viene muy bien la frase que decía aquello de que “el inventor de la pólvora, murió quemado”.
Lo peor de todo es que el asunto no parece cerrado ni mucho menos.

jueves, 5 de agosto de 2010

Empresa y tranvía

El anuncio del Gobierno Municipal de Gandia sobre la creación de una nueva empresa mixta que se ocupe de los servicios públicos de la ciudad, que se verá seguramente reafirmado con el inicio del trámite en el plenario extraordinario de hoy viernes, constituye un paso a todas luces interesante en la forma de prestar esos servicios a la población.
Se asegura por parte del gobierno que tal idea, podría llegar a rebajar los costes de las diez contratas que se incluirán en el objeto social de la empresa en un 15%, a la vez que se pone el acento en la mejora en la prestación, así como en la modernización de esos servicios.
Sea como fuere, desde el punto de vista de quienes creemos en la necesidad de lo público frente a la privatización rampante que se ha instalado en toda Europa en los últimos 15 años, no acaba de casar la idea de que en la futura empresa, el Ayuntamiento de Gandia, no tenga la mayoría suficiente para imponer su criterio societario, a menos que en los datos que desconocemos (y que se sabrán una vez se abra el concurso para optar a formar parte de la misma) existan razones sobradas (grandes inversiones por ejemplo) para elegir ese camino.
No obstante, la idea en sí no parece mala en tanto y en cuanto apunta a reunir bajo el mismo paraguas todas aquellas cuestiones que hoy funcionan por separado y que tienen un denominador común: servicios al ciudadano como son la recogida y tratamiento de basuras, mantenimientos varios como el mobiliario urbano, parques y jardines, alumbrado público etc.
Si lo que se está pensando es en una economía de escala y su consiguiente mejora en efectividad y precio, no habrá que darle más vueltas, siempre y cuando las salvaguardas de aspectos cruciales como son la conservación de los puestos de trabajo y los derechos adquiridos, estén claras.
La otra cuestión, el tranvía, parece encaminarse a una solución concesional por cuarenta años, que permita a la ciudad contra con un servicio de transporte que vincule la playa, desde su final, hasta el centro de Gandia. Una obra, convengamos, cuyo coste hoy por hoy sería inasumible para las arcas públicas más allá del primer tramo subvencionado por la Generalitat Valenciana.
Quien gane la concesión estaría obligado a su vez, a la construcción, mantenimiento y explotación del transporte por ese lapso de tiempo. Ahora depende de las características que el Ayuntamiento queira darle a esa concesión, de su coste ... y de su rentabilidad.
Eso sí, si finalmente hay adjudicatario y la obra comienza, Gandia dará un salto definitivo en su desarrollo urbano.