jueves, 31 de marzo de 2011

Inauguraciones

Apretado por el calendario electoral, como sucede en media España, el Gobierno Municipal de Gandia ha puesto punto y final este pasado fin de semana a algunas de las obras pendientes más importantes de la ciudad.
La reforma del cauce del Serpis, financiada íntegramente por la Confederación Hidrográfica del Júcar, es la obra más impactante por todo lo que implica en lo estético con la recuperación de la ribera del río y en lo operativo, pues el encauzamiento realizado supone alejar sensiblemente la posibilidad de riadas en la capital de la Safor.
Junto a esa obra, la de la Universidad Popular Infantil, para el PSOE, significa el cumplimiento de una de sus ofertas estrella del programa electoral 2007, y su funcionamiento será toda una experiencia a tener en cuenta en el inmediato futuro, toda vez que presenta una modalidad de educación no reglada que pretende hacer compatibles los horarios familiares y laborales.
La Escoleta de “Les Alqueries” viene a poner punto final a una oferta educativa infantil que ha hecho de Gandia la ciudad valenciana con una mayor dedicación pública este tema, con la puesta en marcha de una red de centros similares difícilmente equiparable por otras ciudades del entorno o por la propia Valencia ciudad, donde la ratio de oferta pública de educación infantil está muy por debajo de la que ahora mismo tiene la capital de la Safor.
Otra infraestructura cultural añadida a la ya importante red, es la Biblioteca de Benipeixcar - Raval, que entraba en servicio la pasada semana, añadiéndose así a un entramado que difícilmente se podría haber imaginado hace unos años.
Con esto, se cierra prácticamente un círculo de inversiones, muchas de ellas realizadas con el sólo esfuerzo municipal, que podrá disfrutarse a partir de ahora mismo por los ciudadanos y, lo que es también importante, los equipamientos de la ciudad han ganado en cantidad y esperemos que en calidad de los servicios ofrecidos.
Otra cosa es que ese esfuerzo haya tenido como contracara, el evidente endeudamiento de las arcas municipales, cosa que puede darse por buena si -como se ve- el resultado es satisfactorio.
Por lo demás en el balance del gobierno municipal quedan algunos proyectos varados por la falta de financiación o por la redacción de los mismos, pero esa es otra cuestión. Como ya estamos en pre-campaña electoral, unos y otros se encargarán de hacer balance sobre lo actuado y serán los ciudadanos quienes juzguen el 22 de mayo.
Sea como fuere, ahí están las obras y ahora falta que el Ayuntamiento las ponga al alcance de los vecinos y éstos, las aprovechen.

jueves, 24 de marzo de 2011

Faltan 58 días

A menos de dos meses para las elecciones municipales, la precampaña entra en su momento álgido, aunque las limitaciones impuestas por la ley electoral la harán particular: no se podrán hacer inauguraciones ni puestas de primeras piedras desde este lunes 28 de marzo... aunque sí se podrán hacer visitas oficiales a obras y servicios. Tampoco habrá lugar para poner publicidad tanto en medios como en espacios públicos, salvo que sean convocatorias a actos, con lo que bastará convocar un mitin para colar el mensaje publicitario correspondiente. Y así con todo, hasta el inicio de la campaña electoral, más complicado si cabe aún con la normativa que se ha aprobado con el acuerdo de PSOE y PP, en el sentido de que ya no sólo serán las emisoras de radio y tv públicas las que tendrán que sujetarse en la información electoral a la proporcionalidad que marque la Junta Electoral.
Esta última generará problemas a buen seguro, entre los medios privados de televisión (que esta vez sí podrán incluir publicidad electoral), porque el criterio de proporcionalidad no es precisamente un método informativo fiable: no importará tanto lo que pase en cada partido, independientemente de su importancia informativa, sino cómo se informará acerca de ese hipotético hecho. En fin, si no hay más enmiendas como las últimas hechas a prisas y carreras, asistiremos a una carrera electoral muy particular. En todo caso, al cierre de esta edición se esperaba que la Junta Electoral aclarara mediante una resolución previa, el alcance de la nueva norma con el objeto de evitar más problemas que los que habitualmente genera una campaña electoral y que no son pocos.
Pues bien, lo que dice la ley es esto: las emisoras de televisión “deberán respetar también los principios de proporcionalidad y neutralidad informativa en los debates y entrevistas electorales así como en la información relativa a la campaña electoral”.
Ahora, la Junta desarrolla la idea y sostiene que la información “deberá responder de forma prevalente a los resultados obtenidos por cada formación política en las últimas elecciones equivalentes, sin que dicho criterio impida proporcionar información sobre aquellas candidaturas que no se presentaron o no obtuvieron representación en las últimas elecciones”.
O sea, los criterios periodísticos, para otra oportunidad. También alcanzará la restricción a los debates, porque asegura que “en el caso de celebrar debates entre los principales candidatos, deberá emitir otros debates bilaterales o plurilaterales, o proporcionar información suficiente y adecuada sobre los demás candidatos que también hayan conseguido representación en las últimas elecciones equivalentes”.
Esta última cuestión, sin embargo, da por fin respuesta a los permanentes reproches de las formaciones minoritarias excluidas de este tipo de programas. Ya veremos en que queda todo.

jueves, 17 de marzo de 2011

La deuda

Que los ayuntamientos no están pasando por sus mejores horas es un hecho cada vez más presente, toda vez que la crisis ha secado buena parte de sus fuentes de financiación, merced a un modelo que se ha demostrado insostenible en tanto y en cuanto deben asumir competencias que no les corresponden y que no son complementadas por las administraciones autonómica y central.
La situación ha llegado a tal punto que hace pocos días un estudio de la propia Federación Española de Municipios y Provincias, demostraba que más del 30% de los servicios (y el consiguiente presupuesto) prestados por las administraciones locales no son de su obligación, lo que provoca que el gasto derivado de los mismos tenga que ser asumido exclusivamente por ellos, bajando automáticamente la calidad de otros que sí le son atribuibles.
Dicho de otro modo: tanto la administración autonómica como el Gobierno de España, -y mucho más el primero que el segundo- a lo largo de muchos años, han venido transfiriendo obligaciones a los municipios sin acompañar ese “trágala” de los respectivos fondos para asumirlas.
Pero este tema, con ser casi una reivindicación histórica, no ha llegado solo: la crisis ha provocado que muchos de los recortes decididos por el Estado afecten sólo a los municipios, mientras a las comunidades autónomas se les dejaba abierta la puerta para asumirlos, o no. Como es lógico pensar, el sacrificio pues lo soporta la administración local, la más próxima a los ciudadanos y, a la vez, la hermana pobre de todas las administraciones públicas.
El colmo, sin embargo, está llegando de la mano de la cuantiosa deuda que, por ejemplo en el caso de la Safor y más concretamente en Gandia, mantiene la Generalitat Valenciana: en el caso de la capital de la Safor, a la deuda con el Ayuntamiento, más de dos millones de euros, se suma ahora -según datos que ha contrastado esta publicación- una deuda de más de ¡nueve millones de euros! con la empresa pública municipal, derivados de otras tantas inversiones aprobadas en su día y que contaban con subvención tanto autonómica como estatal.
Se da el caso, por ejemplo, de la inversión hecha en la remodelación del Grupo Porta, que ha sido asumida íntegramente por el Ayuntamiento y que aún no ha visto llegar ni un euro de la subvención comprometida por la Generalitat y el estado Central, con un agravante superior aún: la Consellería ya ha cobrado del Gobierno Central, hace dos años, la parte que le correspondía de aportación y no es que no haya transferido su obligada aportación, es que tampoco ha trasladado lo que ya ha cobrado del gobierno central...

jueves, 10 de marzo de 2011

Faltan 71 días

Si se dice de otro modo, sólo son diez semanas las que quedan para que se celebren las elecciones municipales y autonómicas el próximo 22 de mayo. Es poco tiempo o mucho según se mire, aunque lo obvio es que no hay tiempo para hacer lo que ya no se ha planteado en cuatro años de legislatura, no sólo desde el punto de vista del gobierno sino también de la oposición o desde la posición de quienes aspiran a entrar en el consistorio gandiense.
Y, al respecto, son varias las preguntas que a día de hoy pueden plantearse con toda crudeza: ¿pasará factura la crisis al PSOE de Gandia? ¿Podrá el PP superar la mala imagen de su candidato? ¿Plataforma superará los problemas derivados de su crisis interna? ¿Está el Bloc en condiciones de crecer por la izquierda? y así hasta el infinito, habida cuenta de que a estas alturas son por lo menos 8 partidos los que ya anuncian su intención de concurrir a las elecciones. Además de los nombrados, Esquerra Unida que tratará de mejorar sus números tras la debacle de las anteriores elecciones, el GIVAL-Coalición Valenciana que esta misma semana tenía prevista anunciar su presencia en la cita de mayo, Nuevo Espacio Ciudadano, una nueva formación cuyo impacto está por determinar, y hasta España 2000, la ultraderecha, que advierte su intención de presentarse nuevamente en Gandia.
De todos modos, no hay que preocuparse demasiado por la proliferación de siglas, ya que en las últimas municipales de 2007 fueron 13 partidos los que presentaron su opción, todo un récord.
Sea como fuere, lo bien cierto es que todo gira en torno a la suerte que corran los partidos más tradicionales, y más fuertes, en el ámbito local. No todo, sin embargo, se centra en los dos grandes pues en buena medida depende de lo que suceda con Bloc y Plataforma lo que luego resulte como gobierno de la ciudad.
Y las cuentas no son fáciles de hacer: si bien se miran los resultados de 2007, la modificación del panorama político local no es sencilla a la luz de los nuevos acontecimientos.
Tampoco es que las encuestas hasta ahora conocidas lo aclaren demasiado: con márgenes de error cercanos a un 6%, no es que resulten del todo creíbles como tampoco las tremendas oscilaciones sufridas en apenas pocos días.
Y un dato más: la publicidad política estará prohibida desde el próximo 28 de marzo hasta el inicio de la campaña electoral por acuerdo nacional del PSOE y el PP, que han introducido esa modificación a la ley. Por lo tanto, habrá que aprestarse a una carrera donde ciertas reglas del juego han cambiado y es de esperar que lo que sea no tenga visos de juego sucio como ya se está viendo en algunos casos.