viernes, 9 de mayo de 2008

Cuentas y Deudas

El gobierno municipal de Gandia ha puesto sobre la mesa un tema especialmente sensible como es el de la suplementación presupuestaria para hacer frente a facturas impagadas del año 2007, la mayoría de ellas del departamento de Medio Ambiente, derivados de “sobrecostes en la tasa de recogida de basuras”.

Lo bien cierto es que la oposición denuncia al respecto el uso de dinero proveniente del canon del servicio del agua potable, que se suman a los 15 millones ya previstos en el presupuesto de este año. En total, los fondos destinados a este fin, suponen que se haya consumido en gasto corriente el 50% del total recibido por el ayuntamiento en aquel concepto.

Pero, una vez analizados los números y aprobados por el plenario municipal, con la oposición de PP y Bloc, lo que en realidad parece haber producido una mayor distorsión en las previsiones presupuestarias y obligado a esta solución, es la gran diferencia presupuestada en 2007 y 2008 por ingresos provenientes de la venta de patrimonio municipal de suelo (PMS, solares de propiedad municipal obtenidos por reparcelaciones diversas) y lo que realmente ha ocurrido: un desfase que ya el año pasado era de casi 11 millones de euros y que este año amenaza con ser equivalente. Y es que la crisis inmobiliaria desatada desde el pasado verano está alcanzando hasta las cuentas municipales. Otra merma sustantiva se dará con toda seguridad en lo que el Ayuntamiento recauda por licencias de obra, obviamente muy reducidas frente a lo que venía siendo habitual en los últimos 12 años.

Da la sensación de que, además de otras cuestiones llamativas, como la indemnización al ex jefe de los servicios jurídicos municipales por orden judicial, que esta medida podría haberse explicado de mejor manera de lo que se ha hecho en estos días.

Por lo demás, ahora queda por saber si, como acusa la oposición, la parte del canon destinada al Plan Director del Servicio de Agua Potable, que el Bloc cifra en 60 millones de euros y el gobierno sostiene que será muy inferior, será suficiente para hacer frente a tales inversiones en los próximos años.
Sea como fuere, una cuestión es obvia: la reducción sustancial de la deuda municipal acumulada durante la anterior legislatura, debería dejar a Gandia en una situación óptima para emprender proyectos de cierta envergadura, contando con que la reducción de ingresos por la desaleceración económica no será, al parecer, cuestión de un único ejercicio presupuestario.

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