martes, 28 de octubre de 2008

Más alta tensión

Quienes sospechaban que la verdadera intención de las empresas eléctricas en la polémica línea de alta tensión Vilanova de Castelló - Gandia, no era sólo la mejora del suministro a la Safor, sino la extensión de un corredor hacia la Marina Alta, han acertado.
La casi sorpresiva aparición de un proyecto de continuación de la línea desde Gandia hasta El Verger, viene a confirmar que, en realidad, más que atender la supuesta creciente demanda de la Safor para industrias y servicios, lo que se pretende es asegurar el suministro eléctrico a las macrourbanizaciones que se han levantado en los últimos años en la zona litoral del norte de Alicante. El dato no es baladí: hay un tercer “proyecto”, en rigor un nuevo tramo de la línea, que enlazará El Verger con Dénia.
El ocultismo y las presiones que sufrieron algunos ayuntamientos por parte de la Consellería de Industria en su día, para que finalmente la línea ya construida discurriera del modo más económico posible para la concesionaria, sin importar demasiado el impacto ecológico que pudiera comportar, acarrearon no pocos problemas y hasta resoluciones judiciales que avivaron el enfrentamiento político y social. Tamaña irresponsabilidad no puede volver a repetirse, aunque a la vista del proyecto del que ya disponen algunos ayuntamientos nada augura que no sea así: la afección al marjal de Oliva - Pego y al paisaje general, como a la ribera del Serpis, son por ahora los efectos conocidos, pero no lo serán en menor grado los que afecten al pasillo existente entre la AP-7 y la Nacional 332, por donde se piensa enclavar las torres de 50 metros de altura para llevar la electricidad hasta los dominios del ladrillo sin límite en que se ha convertido buena parte de la Marina Alta.
Exigir, como lo hecho ya el Bloc, y ayuntamientos como Gandia y Palmera, que la línea, si finalmente tiene que hacerse, lo sea enterrando todo su trazado parece una opción que, lamentablemente, no contemplarán a bueno seguro, ni la empresa distribuidora, Iberdrola, ni la planificadora, la estatal Red Eléctrica, ni tampoco la Generalitat Valenciana.
Por lo tanto estamos en presencia, previsible, de otro nuevo choque de intereses entre quienes aprecian el proyecto como una nueva agresión al territorio, y aquellos cuyos intereses están antes puestos en el crecimiento desmedido a cualquier precio.
Un ejemplo, este último, de cómo no deben hacerse las cosas, habida cuenta de dónde nos ha llevado el modelo en los últimos años: a la peor crisis económica que se recuerde en este país desde la posguerra.

No hay comentarios: