lunes, 21 de julio de 2008

Caza de brujas (II)

No satisfechos del todo los impulsos persecutorios y sectarios de la Consellería de Educación con la no prórroga de la dirección del Colegio de Almoines a Batiste Malonda, ahora quieren expedientarlo para, simplemente, impedir que pueda ejercer como Jefe de Estudios del centro, cargo para el que fue elegido por la nueva directora con el apoyo del claustro.

Al menos esto es lo que se deduce de la encarnizada persecución a que está siendo sometido, esta vez a cuenta de la falta de servicios mínimos en su colegio durante una huelga de profesores... de hace más de un año y otras dos resoluciones que Malonda, supuestamente, habría incumplido en 2005 y 2006. Es decir, una vez ha sido designado para el segundo cargo en importancia del centro, aparece este nuevo expediente, de manera absolutamente tendenciosa y con el objetivo evidente de apartarlo de cualquier otra condición que no sea la de profesor raso.

Es evidente que toda la maniobra está basada en supuestos hechos administrativos, porque entre otras cosas, ni la Consellería ni el inspector que se ha prestado al juego, han sido capaces de apuntar a la calidad educativa del centro, motor del movimiento de renovación pedagógica en Valencia durante muchos años. Pero también es evidente el trasfondo político que subsiste en este hecho: Batiste Malonda no se ha plegado con facilidad a ninguna de las medidas arbitrarias dispuestas por la autoridad educativa y, al parecer, el hecho de que el actual alcalde de Almoines (militante del BNV) sea también miembro del equipo de dirección del colegio, es una de las razones “ocultas” que se hacen valer para emprenderla contra aquel.

Por lo demás, el escándalo empieza a hacer mella en la propia estructura educativa, al punto que el propio Conseller salió a desmentir que el Director Territorial de Educación, Camilo Miró, haya dimitido de su cargo a propósito del tema Almoines.
Y es que Miró, se había comprometido, al parecer, con algunos de los dirigentes sindicales que se entrevistaron con él, que el expediente a Malonda se archivaría sin más consecuencias.

Es evidente, pues, que no todo está tan claro, como no sea la “venganza” que el PP ejerce sobre el ex director por la vía de encontrar un inspector dócil, Rubén Malonda, puesto en el cargo por el Partido Popular hace unos años, sin que se conozca bien el mérito acumulado para tal designación. O tal vez sí, una vez vista su actuación.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Vull felicitar-te pel teu compromís amb aquesta injustícia. Pense que és molt important opinar en aquests casos, que a més aprofiten per a veure el cor que hi ha més enllà de la pell de les persones. Enhorabona sincera.
Roger