jueves, 4 de diciembre de 2008

Un plan urgente

El anuncio de la puesta en marcha de un Fondo de Inversión Municipal con un montante total de 8.000 millones de euros por parte del Gobierno de España, ha significado un claro empujón a las alicaídas arcas municipales, las más de ellas endeudadas hasta límites de alto riesgo y, lo que es peor, con perspectivas de importantes caídas en la recaudación para los próximos meses por efecto de la crisis.
Es verdad, el plan llega de la mano de un objetivo más amplio y urgente: ayudar a la creación de puestos de trabajo mediante el recurso de la obra pública referida a múltiples variantes ya que caben desde la obra dura hasta programas culturales y turísticos que deberán desarrollarse a lo largo de un año, con posibilidad de extenderlos durante seis meses más si se justifica convenientemente.
Dicho esto, a la Safor, en base al baremo del Ministerio de Administraciones Públicas, le corresponderán 31 millones de euros en obras que no estén actualmente presupuestadas y cuyos proyectos deberán estar en poder del MAP antes del 24 de enero próximo. La adjudicación se hará en todos los casos por vía de urgencia y los trabajados deberán iniciarse antes del 13 de abril de 2009.
Según ese mismo baremo, que publicamos en su integridad en este número referido a la comarca de la Safor, podrían crearse entre 900 y 1.200 puestos de trabajo en la comarca, ya que la exigencia es que se contrate sólo a personas en situación legal de paro.
Es evidente, a todo esto, que los ayuntamientos con mayor potencia técnica y administrativa estarán en condiciones de plantear en tiempo y forma los proyectos que les interese, mientras que los más pequeños tendrán serias dificultades en plantear los suyos en los plazos establecidos, dada la urgencia de las medidas propuestas.
Con todo, se espera que en estos casos concretos pueda existir alguna ayuda o soporte de otros organismos para apoyarles en la resolución de la papeleta, habida cuenta de lo que está en juego.
Los plazos previstos exigen una velocidad de tramitación que no podrá estar reñida con la legalidad, como es obvio, pero que hace pensar que el mayor esfuerzo han de ponerlo todos los municipios de manera que a mediados de abril se inicien las obras.
Esta inyección de fondos, en un momento como éste, serviría, si se cumplen las estimaciones, en generar empleo para reducir el paro en la comarca en más de un 10%, al menos durante un año, lo que no es poco como tampoco lo es las infraestructuras que puedan construirse.
Ha llegado pues, el momento de que las administraciones locales se pongan a trabajar de lleno en el programa ya que, oportunidades como ésta no se presentan todos los días.

lunes, 1 de diciembre de 2008

¿Quién paga el fútbol?

El C.F. Gandia pide al Ayuntamiento que se le conceda una ayuda de al menos 500.000 euros para hacer frente a una deuda que ahora mismo, según la propia directiva, es de un millón.
La respuesta municipal, por boca del Alcalde: lo que está en la voluntad municipal es la ayuda al fútbol base, dedicado a asegurar la práctica del deporte a unos 450 niños y la inversión de hasta 3 millones de euros en la remodelación del estadio Guillermo Olagüe, lo que ya de por sí sería más que suficiente apoyo al club.
La postura es que la “alta competición” queda fuera de las competencias municipales, pese a lo cual -tras la reunión de esta misma semana entre las partes- parecía haberse abierto alguna posibilidad de acercar algún tipo de subvención al primer equipo de un club que apenas si convoca público en los partidos, tras un largo peregrinaje por categorías que sonrojarían a más de uno cuando se piensa que se trata del club representativo de la capital de la comarca.
Con todo, resulta curioso que el plan diseñado por Dionisio Ollero para sacar al club del marasmo, se haya conocido días antes por la rueda de prensa realizada por el portavoz del PP, Arturo Torró, que adelantaba “un ambicioso proyecto” de futuro a la vez que denunciaba el silencio de José Manuel Orengo para atender al Presidente del C.F. Gandia.
De tal plan, si es que existe, poco se sabe y muchas son las dudas que le acompañan habida cuenta de la trayectoria seguida en la gestión de la entidad en los últimos años.
Según parece y, a estar por lo leído y escuchado, el propio Ollero habría manifestado su intención de convocar a una asamblea de socios para que elija una nueva directiva si es preciso al objeto de concretar las ayudas.
Una cuestión que se vuelve obvia si se considera que la misma directiva responsable de la actual situación no puede continuar al frente de la entidad sin pagar un precio por ello: el de la dimisión.
Y es que, como se señalaba en un medio de comunicación escrito esta misma semana, la presencia de dirigentes populares en activo en el seno de esa directiva hace cuando menos curioso el adelanto del supuesto plan por parte de Torró, una circunstancia a todas luces impropia si lo que se quiere de verdad es sacar al club de la situación en que se encuentra con la ayuda de todos.
De lo que se sabe, y que debería ser resuelto hoy mismo en una Junta Municipal de Portavoces, es que la situación del C.F. Gandia es cada día que pasa, peor y que en todo caso, la deuda de la que se habla podría ser superior si se tiene en cuenta alguna versión circulante entre las propias filas del PP de Gandia.
Por otra parte, el Presidente Ollero, dice que en buena medida esa deuda se arrastra desde otras directivas anteriores. La pregunta es ¿si es así, por qué no se informó entonces a los socios respecto al asunto?

El caso del básquet
En el fondo de toda esta cuestión subyace el acuerdo municipal unánime con el que se decidió un apoyo superior a los 800.000 euros para el Gandia Básquet, basado en que la salida del esponsor oficial del club, Aguas de Valencia, concesionaria de la distribución de agua potable en la ciudad, dejaba a éste sin margen de maniobra para este año.
Precisamente, la dotación de esa subvención se hace de los fondos aportados por la propia empresa al municipio en función del cánon de la concesión, según se explicó en su día. Pero, con un añadido: ésta es la única y última ayuda de ese tipo que recibirá el equipo de baloncesto situado en la LEB Oro, por lo que el año próximo todo dependerá de que se encuentre un patrocinador privado que resuelva también los problemas de tesorería.
Desde el gobierno se indica que aunque parezcan iguales, son dos casos muy distintos, tanto por la génesis de los problemas financieros que arrastran uno y otro club, como por el nivel de competición en que se encuentran y hasta por los aficionados que siguen ambas actividades.
Lo difícil, pese a todo, es que eso se entienda por parte de la opinión pública, sobre todo ahora que vienen mal dadas en la economía general.