lunes, 13 de julio de 2009

Errores varios

La reforma planteada por el gobierno municipal en el Ayuntamiento de Gandia deja, a estas alturas, algunas enseñanzas que no deberían dejarse pasar, tanto por lo que comporta de cambio de rumbo en la política oficial como de contradicciones en la oposición.
Por caso, empezar señalando que la concejal Mónica Richart, del PSOE, pasa a un área denominada Colectivos Sociales, donde se supone que su trabajo será coordinar la acción de gobierno en la relación con este tipo de organizaciones.
No está claro, entonces cuál es el papel que le corresponderá en relación al área de Participación Ciudadana, dirigida por Javier Soldevila de Plataforma de Gandia y con rango de Teniente Alcalde, en cuyas manos está precisamente ese trabajo. Como no se ha explicado claramente la cuestión se puede deducir un desdoblamiento del área o, en todo caso, la subordinación de la concejal socialista al departamento dirigido por PdG.

Tampoco es menor el hecho de desprenderse de tres de los coordinadores de barrio cuando a la vez se está diciendo que precisamente ésta será una pata fundamental del trabajo futuro, del que se hará cargo personalmente el Alcalde. Si de verdad se redobla la apuesta no parece lógica la decisión tomada dejándola en manos de un único coordinador general que, por bien que lo haga, no podrá cubrir las necesidades del día a día del área, una de las más dinámicas en cuanto a relación ciudadana, como corresponde.
Igual no parece tener demasiado sentido la desaparición de la figura del Coordinador del programa de actos del V Centenario de San Francesc de Borja, a unos pocos meses del inicio de la celebración, aunque la centralización en manos de Toni Durà parece ir en la línea de no dispersar las iniciativas y su desarrollo entre áreas distintas.

Así las cosas, tampoco a la oposición se le podrá adjudicar algún calificativo que mejore la nota en su reacción frente la reforma y, sobre todo, la disminución de cargos retribuidos, a saber: no se entiende que el Bloc, ante el cese de uno de los asesores de cada grupo, pida que se eleve el sueldo a los secretarios de grupo, que permanecen en el cargo, cuando se ha hecho bandera de la crítica al exagerado número de cargos de confianza aprobados al comienzo de la legislatura por el Gobierno.
Pero menos, mucho menos, se entiende al PP de Gandia que por boca de su portavoz adjunta, Carla Ripoll, se ha prodigado en declaraciones críticas al gobierno estos días, dada la ausencia no aclarada en todo el proceso de su jefe de filas Arturo Torró, acaba solicitando “partir” los sueldos de los asesores de grupo para permitir que continúen todos.
Es más, según declaraciones publicadas, Ripoll ha llegado a decir que “esta es una pataleta de Orengo contra el PP” y que el recorte de gastos que producirá la reducción de cargos políticos es “insignificante”. ¿Es que le parece poca, una reducción de 350.000 euros? Pues bien, el gobierno insiste en decir que la medida deja los mismos cargos políticos que en la anterior legislatura cuando se pactó gobierno con el Bloc.
Es más, asegurar como hace Ripoll, que la medida de obligar a los concejales que cuentan con exclusiva (Reig) o dedicación parcial (Martí, Coné y Barber) a elegir entre su sueldo en otros trabajos o el municipal, “va contra el PP que verá disminuida su capacidad de trabajo”, habría qué preguntarle su opinión sobre las tareas desarrolladas por sus compañeros en este tiempo y que conteste públicamente, por si acaso coincide con sus quejas emitidas en privado.

Por lo demás, ahora se verá si realmente se corta con un tema que se prestaba por un lado a la duda legítima de los ciudadanos sobre la dedicación de todos los cargos designados en su día, o a la demagogia de quienes ahora no aceptan pagar parte del coste económico del recorte.
Porque hay que ser claro, el coste político lo ha estado pagando el gobierno municipal, que por mucho que quiera y pueda justificar en el indudable volumen de gestión de esta legislatura los nombramientos, ha tenido que rectificar obligado por la crisis, donde los ciudadanos no entenderían (y no hace falta para esto la oposición) que no se hiciesen ajustes en la nómina “política” municipal.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Sr. Arnau, por que no pone el olfato periodístico en buscar adonde va el mas de un millón de pesetas al mes que recibe el grupo popular del Ayuntamiento, en su condición de grupo?, va a pagar la esplendida campaña electoral de Torró?, ¿quien le paga a Victor Soler y Ana Penalva?....