jueves, 10 de febrero de 2011

Infantilismo político

El cese del concejal Javier Soldevila como miembro del gobierno municipal, paralelo al de su responsabilidad concreta en Participación Ciudadana, tras su separación de Plataforma de Gandia por decisión de la ejecutiva del partido, supone un paso, tal vez el penúltimo, en las diferencias que aquel mantiene con Fernando Mut, líder del partido.
Y lo bien cierto es que no se entiende del todo este divorcio a menos que no se apele a las diferencias personales, no sólo entre ambos, sino entre algunas de las personas que participaban del proyecto de PdG, una vez instalados en el gobierno municipal por su acuerdo con el PSOE.
Si esta es la explicación no habrá más remedio que tachar de cierto infantilismo político el comportamiento que ambos sectores han tenido en la gestión de su relación y en la propia crisis desatada tras el Congreso de Plataforma, donde al parecer se “laminó” a Soldevila y además se dijo que éste había renunciado a continuar en el partido, cosa que el interesado desmintió.
Sea como fuere, los pasos siguientes no han estado precisamente plagados de cordura: la comunicación oficial al Ayuntamiento de que Soldevila había sido apartado de Plataforma y la solicitud expresa de Mut de que aquel fuera separado del gobierno tenían su base en la denuncia penal presentada contra él por su anterior compañero de partido, (precisamente por la documentación presentada para separarlo de PdG) por lo que la coexistencia de ambos en el seno del gobierno se hacía imposible.
Y ésto es lo que viene a decir la resolución de la Alcaldía que cesa a Soldevila, que ha acabado acusando de chantaje a Mut y dejarse chantajear a Orengo, “tal vez por unos cientos de votos”.
Eso sí, ha dicho también que de ahora en más, “haré valer cualquier opción política que considere interesante” respecto a su futuro. Lo que para algunos precipitó la situación son las denuncias que en su día refirió Mut, sobre quién estaba detrás de los problemas con Soldevila, en clara alusión al PP, cuyo silencio al respecto de la crisis llama poderosamente la atención.
No obstante, el gobierno municipal se queda con la mayoría absoluta justa para gestionar de aquí a junio, cuando se inicie la nueva legislatura tras las elecciones. El gran interrogante ahora mismo es deducir cuál va a ser el derrotero del concejal no adscrito que, seguramente, se verá en los próximos plenarios municipales y en el trabajo en comisiones.
Y, claro está, en la listas electorales que se harán públicas a finales de este mismo mes.

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