miércoles, 6 de octubre de 2010

Feria y TV

La ciudad ya está acostumbrada a que su “Fira i Festes” sea en sí misma una demostración de participación cuya principal ancla está situada en la oferta que brinda al público. Y este año no sólo no ha sido una excepción, sino que probablemente sea lo único que pueda echársele en cara: que los espacios físicos se quedan pequeños para atender la demanda de miles de personas, al punto que quizás haya sido esta edición la más participativa de la historia.
Pero en todo caso, esa misma habituación lleva a que la sorpresa salte en el momento menos esperado y de esos, esta feria de Gandia ha tenido muchos: sin duda, el más espectacular de todos, la actuación de “Comediants” que con su obra “Dimonis”, dejó en la ciudad el mejor “correfocs” de todos los tiempos al que el público respondió con una asistencia masiva a una demostración de altísima calidad teatral, por contenido y escenografía.
Y después, la calle con un maremágnum de acciones artísticas de primer nivel, cuál de ellas más curiosa, sin dejar para nada el espacio de las plazas, a tope de público para seguir la música o los bailes étnicos, los espectáculos “retro”, o los más avanzados. Una mezcla casi perfecta de oferta, donde tal vez la única discusión se centre en la falta de conciertos de primera fila para la gente más joven, sabedores de que en época de crisis, no se está para unas pocas contrataciones millonarias que obliguen a disminuir la oferta general.
Ciento cincuenta y dos actuaciones para más de 150.000 personas en cuatro días no parecen números menores, en un año que el 500º Aniversario de Sant Francesc de Borja marcaba algunos de los principales contenidos de la fiesta.
Pero en medio de todo este panorama, la nota desagradable, preocupante y hasta miserable, la dieron quienes, ignorantes de la democracia y el derecho, boicotearon la señal de Gandia TV en TDT, privando a miles de televidentes de su oportunidad de asistir en directo a la Feria. Las implicaciones jurídicas y hasta penales que pueda tener este asunto, se verán en los próximos días, pero no parece que ni el Director de Tele 7, Pepe Codina, ni su mentor, Arturo Torró, hayan tenido agallas suficientes para aclarar la denuncia de que la señal que interfería GTV, partía de su poste de emisión en el Mondúver.
Por mucho que se empeñen en desviar la atención, el hecho cierto es que se asistió a un acto de piratería cuya naturaleza misma da cuenta del talante profundo que anima a una empresa privada que alguna vez tendrá que explicar por qué oculta a su verdadero propietario haciendo cada vez más sospechoso su exacto objetivo. Y también el silencio de algunos otros.
La feria un éxito, lo otro, un acto miserable.

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