jueves, 29 de abril de 2010

Nuevo rumbo en FAES

La elección de una nueva ejecutiva de la Federación de Asociaciones de Empresarios de la Safor, FAES, encabezada por Rafael Juan, supone ahora mismo un punto de inflexión importante en el asociacionismo empresarial de la comarca.
Sobre todo, porque quien se hará cargo del máximo órgano de representación empresarial es alto directivo de la empresa más potente de La Safor y líder en el sector de repostería industrial en toda España, Dulcesol, por lo que obviamente, es la primera vez que un empresario de sus características ocupa el cargo.
Y no es del todo menor la idea de que frente a la crisis económica que sacude a la economía de la comarca y de media Europa, pueda ponerse al frente de la mayor entidad empresarial un dirigente ya de tiempo vinculado al movimiento asociativo de la empresa.
Los datos del paro, la caída de la actividad general, la falta de financiación bancaria, son algunos de los indicadores generales, por lo demás nada distinto de lo que sucede en otros puntos de España, que apuntalan la creencia de que las cosas no sólo no mejoran sino que la economía continúa deteriorándose.
Frente a esta situación, la nueva conducción de FAES tiene ante sí el reto mayúsculo de encontrar espacios de diálogo lo suficientemente imaginativos como para encontrar un punto de partida que pueda avanzar en la buena dirección.
Obviamente no será tarea fácil, máxime en un sector que no se caracteriza precisamente por su apego al asociacionismo ni a las ideas y acciones conjuntas. Y más aún en circunstancias como las actuales en que cada empresario, por pequeño o grande que sea, está más pendiente de su cuenta de clientes que de cualquier otra cuestión.
Sea como fuere, la oportunidad es de primer orden: una decena de asociaciones de primer grado que van desde el sector turístico hasta la construcción, y sus miembros, necesitan más que nunca de la acción conjunta de todos los empresarios junto con las administraciones y sindicatos, para poner en marcha mecanismos que ayuden a salir del hueco en que parece estar sumida la economía.
Por esto, las expectativas son grandes, pero bastaría una acción decidida en torno a algunas ideas ya en marcha, como el pacto por el empleo, para que todos podamos advertir la decisión de hacer frente a la crisis.
Lo dicho, corren malos tiempos para la lírica, pero ahora más que nunca es necesario oír la voz de los empresarios de la comarca en esta coyuntura. Y de verdad, todos le deseamos suerte.

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