jueves, 11 de febrero de 2010

Centre Històric

La polémica creada en torno a las cuentas de la Cooperativa Comercial Centre Històric de Gandia, con auditoría incluída, genera no pocas cuestiones muy particulares, entre ellas no es la menos importante por qué esta situación ahora conocida se ha venido arrastrando en todos estos años, cuando era bastante conocido por todos el estado de la situación, cuestión que debería ser achacada tanto a la entidad como al Gobierno Local que ha tardado tiempo, tal vez demasiado, en poner sobre la mesa el asunto.
Lo rocambolesco de la historia está más que nada en la actitud del ex Presidente de la misma, y actual portavoz del PP, Arturo Torró, que una serie de declaraciones contradictorias sobre su intervención personal en la solución del déficit, calculado en casi 200.000 euros que arrastra la misma.
Respecto a las explicaciones que se han dado sobre el origen del déficit tampoco hay demasiados elementos que cuadren, tanto respecto a las aportaciones municipales vía recaudación del IAE, como las realizadas a partir de partir de la eliminación del impuesto para la mayoría de las pequeñas y medianas empresas que hasta entonces estaban obligadas a su pago.
Entre otras cosas, porque tanto de las declaraciones de Torró como del Presidente de la Cooperativa, Andreu Sanz, se olvida por ejemplo, que por lo menos a lo largo de cuatro años de la gestión de aquel, y del entonces gerente José Codina (hoy Director de Tele 7) la Consellería de Comercio rechazó reiteradamente otorgar ninguna subvención a la Cooperativa, al parecer por ser insuficiente la documentación presentada. Y, por no ir más lejos, se soslaya -en las explicaciones públicas- que en 2006, el Centro Comercial La Vital -en cumplimiento de un convenio con el Ayuntamiento, entregó “para la promoción del comercio local de Gandia” 165.000 euros, que la asociación consumió en sus propias obligaciones sin distribuir la parte correspondiente a otras asociaciones similares de la ciudad, tal como establecía el convenio. La explicación entonces es que se trató de “un error”, aunque en la segunda parte del pago efectuado en 2008, La Vital, prefirió hacer entrega directamente al Ayuntamiento para que éste dsitribuyera la ayuda entre las entidades de comerciantes.
Faltan, pues, datos más concretos que la parte del documento de la auditoría reflejado en el acta de la Junta de Gobierno, pero en todo caso consta una frase que tal vez explique mejor lo sucedido: “durante la realización del trabajo han surgido determinadas limitaciones en el alcance del mismo fundamentalmente por las debilidades en el sistema de control interno y la inexistencia de procedimientos escritos y documentados para las actuaciones desarrolladas por la entidad”.

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